En los hospitales utilizan cámaras para reducir los robos

En los hospitales utilizan cámaras para reducir los robos

Las autoridades del Padilla aseguraron que estos equipos los ayudan a prevenir los atracos y la sustracción de equipamiento.

EN EL HALL DE ENTRADA. Personal de seguridad monitorea las cámaras a la vista de los pacientes. EN EL HALL DE ENTRADA. Personal de seguridad monitorea las cámaras a la vista de los pacientes.
04 Julio 2013
Reciben 14.000 consultas mensuales en los consultorios externos y entre 6.000 y 6.500 en las guardias; a esos números hay que sumarles los acompañantes, los 300 pacientes que ocupan las camas, las personas que los cuidan (una por internado) y los familiares que llegan a verlos en los horarios de visita. Ese es el caudal de público externo que recibe el Hospital Padilla, el más transitado de la provincia. Debido a ese flujo de acceso de difícil control, es inevitable que ocurran hechos violentos o robos. Los puntos críticos resultan los accesos (hay cuatro) y las guardias.

Dos años atrás, las autoridades del Sistema Provincial de Salud (Siprosa) enviaron a los hospitales cámaras de vigilancia para que las colocaran en sus instalaciones. Desde ese momento -según afirmó el director del Padilla, Jorge Valdecantos- la seguridad se ha fortalecido. "Se han resuelto robos de medicamentos y computadoras, que antes eran muy comunes. Y se han reducido los atracos. Con este sistema se controla a los agentes externos y se cuidan los recursos humanos y materiales propios", detalló.

Los robos dentro de edificios públicos preocupan. Y los hospitales fueron pioneros en la utilización de cámaras para intentar frenarlos. Ahora, las universidades recurrirán a estos equipos para intentar frenar a los ladrones. La UTN las instalará en dos semanas y la UNT, en diciembre.

Las 35 cámaras (tienen previsto que sean 60 por el constante crecimiento edilicio) tipo domo están ubicadas en los pasillos y accesos, pero no en los servicios (consultorios o quirófanos). Las cámaras son monitoreadas en el hall de entrada por personal de seguridad femenino de la empresa que otorgó los aparatos. La seguridad se complementa con el control intrahospitalario, que es privado, y por el trabajo del destacamento de Policía, en la guardia.

Según Luis Alberto Díaz, coordinador de seguridad del hospital, al principio costó que el personal interno aceptara las cámaras. "Luego entendieron que no se trataba de un control, sino del cuidado de ellos. De todas formas, ingresa tanta gente que las cámaras a veces no son suficientes", agregó Díaz. Javier Zayún, gerente administrativo del Padilla, evaluó como positivo el sistema de vigilancia y explicó que es valioso también porque ayuda a prevenir sustracciones indeseadas, teniendo en cuenta que el hospital posee bienes de uso (equipamiento) de alto costo, que a veces valen millones de dólares.

Se llevaron un inodoro

En el hospital Regional Concepción llegaron a robarse hasta un inodoro de un baño público. Las autoridades se quedaron tan sorprendidas con este hecho, que recibieron con buenos ojos la llegada de las cámaras de vigilancia a principios de 2012. Si bien al principio el personal del hospital pensó que era un "sistema persecutorio", pero, al igual que en el caso del hospital Padilla, quedó claro -según cuenta el subdirector, Rodolfo Cecanti- que no atentaban contra ellos.

"Están en lugares estratégicos, como las entradas o los pasillos. No hay cámaras que filmen al paciente o al personal mientras trabaja. No se viola la intimidad, eso es tajante", fundamentó Cecanti. Por otra parte, también destacó que se han reducido los hechos de violencia y los robos.

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