30 Junio 2013
René Cruz se levanta a la madrugada, todos los días, para distribuir LA GACETA en El Mollar. Pero durante el último mes se llevó dos grandes disgustos en su puesto de venta, situado en pleno centro, por donde pasó un grupo de delincuentes e hizo de la suyas.
El primer hecho ocurrió hace poco menos de un mes. El canillita, de 62 años, contó que se encontró con una desagradable escena cuando llegó al negocio para comenzar su jornada laboral. "Me sacaron todos los diarios que me acababan de dejar, los rompieron y los dejaron tirados en la plaza", recordó el hombre, que en aquella ocasión perdió las ventas del día.
Pero el mal trago se repitió la madrugada del domingo pasado, con el agravante de que esta vez los delincuentes se animaron a entrar al local de Cruz. "Me rompieron todo: el candado de la reja y la puerta. Después entraron y se llevaron golosinas, gaseosas, jugos y como $ 800 que tenía para pagarle al repartidor de la mercadería. Ahora tengo que comprar todo de nuevo", lamentó.
El local que tiene el hombre está situado en la zona céntrica de El Mollar. Se encuentra frente a la plaza principal, rodeado por otros comercios. Sin embargo, Cruz sostuvo que "nadie vio nada" en ninguna de las dos oportunidades. A seis cuadras está también la comisaría, pero eso tampoco le da seguridad. "No sé si hay pocos efectivos o qué pasa, pero a la Policía se la ve muy poco", protestó el canillita.
Inseguridad
Cruz aseguró que se está viviendo una ola delictiva en El Mollar. "Están habiendo varios robos, ya han abierto algunas casas", denunció. De acuerdo al relato del canillita, los delincuentes aprovechan la oscuridad y desolación de la noche para actuar.
"En la mayoría de los casos son jóvenes y entran cuando no hay nadie, aprovechan las casas de veraneo que están deshabitadas", alertó Cruz.
El primer hecho ocurrió hace poco menos de un mes. El canillita, de 62 años, contó que se encontró con una desagradable escena cuando llegó al negocio para comenzar su jornada laboral. "Me sacaron todos los diarios que me acababan de dejar, los rompieron y los dejaron tirados en la plaza", recordó el hombre, que en aquella ocasión perdió las ventas del día.
Pero el mal trago se repitió la madrugada del domingo pasado, con el agravante de que esta vez los delincuentes se animaron a entrar al local de Cruz. "Me rompieron todo: el candado de la reja y la puerta. Después entraron y se llevaron golosinas, gaseosas, jugos y como $ 800 que tenía para pagarle al repartidor de la mercadería. Ahora tengo que comprar todo de nuevo", lamentó.
El local que tiene el hombre está situado en la zona céntrica de El Mollar. Se encuentra frente a la plaza principal, rodeado por otros comercios. Sin embargo, Cruz sostuvo que "nadie vio nada" en ninguna de las dos oportunidades. A seis cuadras está también la comisaría, pero eso tampoco le da seguridad. "No sé si hay pocos efectivos o qué pasa, pero a la Policía se la ve muy poco", protestó el canillita.
Inseguridad
Cruz aseguró que se está viviendo una ola delictiva en El Mollar. "Están habiendo varios robos, ya han abierto algunas casas", denunció. De acuerdo al relato del canillita, los delincuentes aprovechan la oscuridad y desolación de la noche para actuar.
"En la mayoría de los casos son jóvenes y entran cuando no hay nadie, aprovechan las casas de veraneo que están deshabitadas", alertó Cruz.
NOTICIAS RELACIONADAS
Lo más popular
