"El Gordo" González dijo que sólo sabe lo que se comenta en la calle y lo que sale en los medios

"El Gordo" González dijo que sólo sabe lo que se comenta en la calle y lo que sale en los medios

El fiscal López Ávila citó ayer al barrabrava, que ya había declarado en 2006 por el asesinato, y tras dos horas se retiró del edificio. El testigo denunció que en 2006, la Policía intentó involucrarlo en el crimen de Paulina. Dijo que padeció las consecuencias de aquella acusación al igual que su familia.

DICHOS. Al retirarse de tribunales, Gustavo El Gordo González, jefe de la barra de Atlético Tucumán, respondió las preguntas de los periodistas.  DICHOS. Al retirarse de tribunales, Gustavo "El Gordo" González, jefe de la barra de Atlético Tucumán, respondió las preguntas de los periodistas.
29 Junio 2013
Llegó cerca de las 11 con una campera deportiva, un pantalón vaquero y un recorte de una nota periodística. Una hora antes, el fiscal Diego López Ávila lo llamó por teléfono, según comentó Gustavo "El Gordo" González. "Necesito hablar con usted, ¿viene solo o le envío un móvil?", le dijo el representante del ministerio público. El testigo llegó por su cuenta, acompañado por su esposa.

"Mi familia y yo siempre estaremos a disposición de la Justicia, cuando lo necesite", comentó González a LA GACETA. Ayer, el líder de la barrabrava de Atlético Tucumán declaró como testigo en la causa en la que se investiga el homicidio de Paulina Lebbos, ocurrido en febrero de 2006.

El barrabrava declaró en la oficina del primer piso de los Tribunales penales, que fue habilitada exclusivamente para que trabaje el equipo que comanda López Ávila, integrado por Constanza Vázquez, Guillermo Taylor y Mariana Stein.

Encomendado a Dios
"Este fiscal fue elegido por Dios. Va a llegar a la verdad", dijo González a los periodistas, cuando terminó de declarar, alrededor de las 13. El testigo comentó que el fiscal le preguntó qué sabía de la muerte de Paulina. "Le dije que todo lo que conocía era por los medios de comunicación, y por lo que se escucha en la calle, que es lo mismo que sabemos todos", afirmó el barrabrava.

El recorte periodístico que le entregó al fiscal hacía mención a una hipótesis distinta a la que trascendió esta semana. En la misma, se habla del relato de una mujer que habría dicho que su hijo estuvo en una fiesta en la que murió Paulina.

"Es lo único que tenía para aportar. Se que el fiscal va a llegar a la verdad. Le pido a todo aquel que sepa qué pasó, que se presente a declarar", manifestó González.

El barrabrava contó que volver a tribunales por esta causa le hizo revivir el padecimiento que sufrió junto a su familia, cuando quisieron involucrarlo en la causa. "Jugaba al rugby en aquella época, y me corrieron del equipo. Lo mismo pasó con mis hijos, que no los dejaron volver a entrar al club", dijo.

Vinculados por el fútbol
"El Gordo" recordó que la Policía quiso involucrarlos en el crimen de Paulina, luego de que un supuesto testigo dijera que conocía que él y sus hermanos (de apellido Acevedo y vinculados al club de fútbol Atlético Tucumán) habían matado a Paulina en una fiesta en el barrio Juan Pablo II, conocido como "El Sifón".

"Recuerdo que ese domingo se jugaba un clásico. A las 8.30 ya estábamos reunidos con las autoridades de la Policía para coordinar algunas cuestiones. Si yo hubiera estado en una fiesta, no habría estado en condiciones de estar en esa reunión", explicó González.

El barrabrava reiteró que se puso a disposición del fiscal, pero que no es mucho lo que tenía para decir. Cuando las puertas de tribunales se cerraron, abrazó a su esposa y se fueron caminando lentamente.

Otras pistas
Entre el jueves y ayer, el fiscal le tomó declaración a una decena de testigos. La novedad es que no todos tienen relación con la hipótesis que abonó Alberto Lebbos, el padre de Paulina, cuando declaró el lunes.

El querellante le había dicho a López Ávila que cuatro testigos le habían comentado que escucharon que la joven murió en una casa de El Cadillal, que pertenecía a Alberto Kaleñuk. Además, Luis Olivera habría colaborado para ocultar el cuerpo en un freezer, hasta que lo arrojaron días más tarde a la vera de la ruta 341, a la altura de Tapia.

La causa continúa bajo secreto de sumario, por lo que no trascendió la declaración de esos testigos. Entre ellos estaba un hombre que se acercó a la fiscalía voluntariamente, quien le contó a López Ávila una versión que escuchó.

El fiscal acelera las medidas de la pista "El Cadillal" en la que está implicado Olivera, para determinar lo más pronto posible si el hombre puede recuperar su libertad o si continúa involucrado.

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