Odiado y amado

Odiado y amado

Boca Unidos tiene dos jugadores con diferente llegada al hincha "decano": Sessa y García.

SIEMPRE RECUERDAN A LOS TUCUMANOS. Gastón Sessa y Matías García, momentos antes de comenzar el partido contra los decanos. El arquero volvió a brillar. SIEMPRE RECUERDAN A LOS TUCUMANOS. Gastón Sessa y Matías García, momentos antes de comenzar el partido contra los "decanos". El arquero volvió a brillar.
Pocas relaciones de amor y odio tan marcadas son las que forman Matías García y Gastón Sessa con Atlético. Muy pocas. Da la casualidad de que ambos comparten equipo en Boca Unidos y que cuando enfrentan al "decano" despiertan reacciones diversas en los hinchas y en ellos mismos.

"Con Atlético siempre es un partido especial. Ver esa camiseta celeste y blanca fue muy importante para mí", dice "Oveja", que jugó en Atlético y fue clave en el ascenso a Primera, con el que generó un vínculo con el hincha que sigue hasta ahora. "Sueño y espero todos los días con la vuelta al club. Ya están los dos delanteros del último ascenso (Juan Pablo Pereyra y Luis Rodríguez) y yo digo que falta el enganche", agrega el estratega, que ayer estuvo en el banco.

García ya no sabe qué hacer para demostrar que se siente un "decano" más. "Me dio tranquilidad volver a jugar como suplente esta vez. Pasó lo mismo que en Tucumán", dice. En el Monumental, "Oveja" jugó con una remera de Atlético debajo de la auriroja y la enseñó en su gol. Sin embargo, el contexto de ayer era otro. Esta vez no hubo camiseta, que además de los colores tenía una leyenda muy clara: "soy decano".

Muy diferente es lo que pasa con el arquero de 39 años. Nada lo une a Tucumán y menos al equipo de 25 de Mayo y Chile, pero las chispas que hace saltar cuando enfrenta a Atlético son únicas. Durante el partido de la primera rueda, Sessa festejó el gol que García hizo sobre el final del partido en la cara de los hinchas "decanos" que estaban en la tribuna que linda con calle Bolivia.

"Atlético es un rival que siempre te dice dónde estás parado en el campeonato", explica Sessa, remitiéndose sólo a lo futbolístico. Ayer tuvo a los hinchas de su lado, pero sabe que las locuras en las que se vio involucrado le han ganado ciertos enemigos: una patada a Rodrigo Palacio en la cara, las manos en el cuello de Sergio Pezzotta y algunos episodios más difíciles de olvidar, forman parte de su bibliografía futbolística.

Pero no son sólo los escándalos lo que genera antipatía del 1: normalmente tiene buenas actuaciones frente a Atlético. En Primera y jugando para Gimnasia (LP), le atajó un penal a Emanuel Gigliotti, que luego convirtió gracias al rebote que dio Sessa. Pese a que siempre recibió goles, "Gato" impidió muchos otros, tanto que dejaron al "decano" con las manos vacías.

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