El pasado que vuelve listo para el paladar actual

El pasado que vuelve listo para el paladar actual

13 Abril 2013
"Me parece que la frase todo tiempo pasado fue mejor, quiere decirnos que el pasado de alguna manera es un refugio. Evocamos nuestra infancia; y ese evocar a veces no concuerda del todo con la realidad. La memoria, o esa fantasía a la que llamamos memoria suele vestir los recuerdos, endulzarlos y dejarlos listos para nuestro paladar actual". Lo dice Alfredo Núñez, cuya alma retro (coleccionista de muñecos de series y de películas de los años 80, amante de Tolkien) no le hace perder la perspectiva. "El poeta nos dice: "no debería volver a los lugares donde fui feliz", porque nada se repite igualmente bello, ni con el mismo sabor ni con el mismo olor. Pero es allí donde aparecen los artículos de nuestra época de oro; y con ellos uno acorta los caminos a ese tiempo añorado; encuentra atajos hacia lo que fue uno mismo. Y esos objetos dejan de ser lo que son y se transforman en piezas arqueológicas de lo que somos hoy", reflexiona "Frido".

Para muchos cultores de la música de los 70 y los 80, la retrodevoción tiene su razón de ser. "Fueron dos décadas de oro en las cuales supimos apreciar la delicadeza y la finura que tuvieron esos monstruos de la música. Si tuviera que volver a nacer, elegiría de nuevo esa época", se juega el dj Carlos Petrelli.

Nostalgia. De eso habla el crítico inglés Simon Reynolds, en el prólogo a su libro "Retromanía: "¿La nostalgia obstaculiza la capacidad de avanzar de nuestra cultura? ¿O somos nostálgicos precisamente porque nuestra cultura ha dejado de avanzar y por lo tanto debemos mirar inevitablemente hacia atrás en busca de momentos más potentes y dinámicos? ¿Qué ocurrirá cuando nos quedemos sin pasado? Y de todas las cosas que ocurrieron durante la década pasada, ¿cuáles podrían alimentar la locura nostálgica y las tendencias retro del mañana?"

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