Socio goleador se busca

Por Andrés Burgo 01 Abril 2013

Ya concentrado en el partido del próximo domingo contra Sarmiento en el Monumental, Atlético volverá a entrenarse mañana después de un fin de semana en el que, además del alivio que significó el triunfo ante Merlo, también encontró un principio de solución a una de sus mayores debilidades: el acompañante de Luis Rodríguez.

A veces postergado por Enzo Maidana, Federico Almerares y Juan Pablo Pereyra, el 1 a 0 contra Merlo fue el partido de la reivindicación para Juan Manuel Cobelli: el ex Chacarita convirtió su primer gol de la temporada y, por consiguiente, su primer gol con la camiseta de Atlético. El sábado al mediodía, mientras salía del vestuario del pequeño estadio "charro", un lugar tan incómodo que los dirigentes "decanos" no tenían baños y en el que el árbitro Nicolás Lamolina, molesto con tantos mosquitos, debió pedir que le prendieran cuatro espirales, Cobelli se mostró feliz. Sin embargo, volvió a aclarar que, pese a ser delantero, el gol es una faceta secundaria en su juego. De hecho, en el primer tiempo, su aporte había sido más defensivo que ofensivo; rechazó mucho por arriba.

"Yo no vivo del gol. A esta altura ya no lo tomo como una presión", dijo Cobelli, quien en su carrera suma 17 goles en 96 partidos, o sea un promedio de 0,17 por encuentro. Además de su cabezazo del sábado contra Merlo, anotó tres en Newell's, tres en Chacarita (en 22 partidos de la temporada pasada) y 10 en el fútbol chileno, seis en Santiago Wanderers y cuatro en Iquique. El problema de Atlético es que, justamente, le falta otro goleador. Si los atacantes no convierten, ¿entonces quiénes? Tantos cambios en el socio de "Pulguita" no son casuales: obedecen a una total desproporción entre la efectividad de uno y la falta de puntería del resto.

De los 34 tantos que el equipo convirtió en la temporada, Rodríguez hizo 16, el 47% del total. El 53% restante se reparten entre 12 compañeros: Diego Barrado y Gabriel Méndez hicieron tres, Almerares y Deivis Barone dos, y Matías Ballini, Gonzalo Bustamante, Leandro Collavini, Francisco Dutari, Líder Mármol, Agustín Peña, Pereyra y el propio Cobelli, uno cada uno.

Entre los puntas que se alternan para acompañar a Rodríguez, entonces, Cobelli jugó nueve partidos (sumados entre los que comenzó como titular o ingresó como suplente) y convirtió un gol, Almerares lleva 14 presencias y dos goles, Pereyra ocho encuentros y un tanto, y Maidana 13 juegos y ningún grito. Otra alternativa es el juvenil Alberto Argañaraz, con cuatro partidos y cero gol.

La lectura es clara: Rodríguez necesita un socio y todavía no lo encontró. Consultado por LG Deportiva sobre los cambios permanentes en la ofensiva (por sólo recordar las últimas fechas, Maidana fue titular contra Ferro y Defensa, Almerares jugó contra Gimnasia de Jujuy, Pereyra arrancó contra Gimnasia La Plata y Rosario Central, y Cobelli tuvo su chance contra Merlo), "Pulguita" admitió que lo ideal sería entender los movimientos de un jugador en particular.

"Cuanto más tiempo seguido jugás con un mismo delantero, más fácil le entendés los movimientos. El tema es que por ahí no están en un buen momento frente al arco y les cuesta convertir. Yo trato de ayudarlos en lo que pueda y por supuesto acato las decisiones del técnico", sostiene el simoqueño.

Justamente, el gol contra Merlo llegó tras un centro de Rodríguez y un cabezazo de Cobelli. "Es importante que empiecen a convertir", festejó "Pulguita", el máximo anotador del campeonato (le lleva tres a Cristian Milla, de Defensa, que tiene 13), pero además única arma goleadora de Atlético. Ricardo Rodríguez sabe que sin goles no puede haber ascenso, y el "Pulga" solo es insuficiente. Tal vez contra Merlo haya sido el kilómetro cero de una sociedad que, ya en 27 fechas, Rodríguez, el goleador solitario, todavía no encontró.