Los K definen si condenan o salvan a Menem

Los K definen si condenan o salvan a Menem

El ex presidente aguarda "señales" de Olivos

24 Marzo 2013
BUENOS AIRES.- Los senadores del bloque del Frente para la Victoria comenzaron a avanzar en la discusión sobre la conveniencia de condenar o salvar al ex presidente y actual aliado Carlos Menem, a quien desde la oposición buscan excluir de la Cámara Alta, pese a que todos reconocen que la última definición llegará desde la Quinta de Olivos.

Los legisladores adelantaron el debate y discuten ahora si deben secundar los argumentos de los sectores anti-K que reclaman la expulsión "por inhabilidad moral", tras conocerse el fallo de la Cámara de Casación que lo condenó en la causa por contrabando de armas a Ecuador y Croacia.

Según trascendió, un sector oficial se resistiría a someter a un eventual juicio adverso a un ex presidente peronista que fue la cara visible de ese movimiento durante una década.

Otros, que coinciden en no tomar decisiones drásticas, agregan que expulsar a un aliado que de tiempo en tiempo se hace necesario en las votaciones no parece una buena estrategia que rinda frutos positivos, salvo que se confirme que su reemplazante en la banca sea un dirigente de perfil definidamente kirchnerista y le garantice presencia y voto permanentes.

Frente a estas apreciaciones se levantan los que lo siguen identificando como el promotor por antonomasia de las políticas neoliberales de los 90 y un paradigma del antimodelo oficialista, pese a los reiterados servicios prestados por Menem en los últimos años.

El pedido opositor fructificó en la sesión del miércoles tras la unificación de un despacho de la UCR y el FAP, corporizado por Laura Montero y Jaime Linares, y la aceptación por parte de la bancada kirchnerista.

Hasta ahora el bloque oficialista cree haber dado una señal de amplitud política y ética al no negarse a someter la conducta de Menem a la opinión de sus colegas, pero algunos indicios muestran que no buscaría avanzar hasta que se den dos condiciones. Por un lado, una definición de la Casa Rosada, y por otro, un pedido expreso de la justicia tras una condena en firme. Todavía no se cumplen ninguno de los requisitos, por lo que la espera puede prolongarse tal vez por un tiempo ahora indeterminado.

El expediente debe ser debatido por la Comisión de Asuntos Constitucionales, donde el kirchnerismo domina ampliamente el escenario con nueve senadores propios, más dos aliados -uno de ellos el propio Menem-, y la oposición apenas si agrupa a tres radicales, dos peronistas disidentes y una integrante del FAP.

Mientras tanto, el ex presidente sigue con sus ausencias retiradas y los pedidos de licencia. Menem fue reelegido senador en diciembre de 2011; en 2012 participó de cuatro de las 23 sesiones. Los motivos de sus ausencias nunca son explicados en público, aunque en voz baja se aluden a presuntos problemas de salud de diverso tipo que nadie puede precisar.

Menem redujo visiblemente su presencia de los lugares por donde pasa la política y en los últimos tiempos sólo apareció para decir que a la presidenta Cristina Fernández (de la que sostuvo no había "con qué darle" en 2011) ahora "se le escapan algunas cosas de las manos" y para recibir un abrazo reparatorio de Eduardo Duhalde, tras la elección del nuevo Papa. El riojano todavía tiene tiempo: fue condenado por la Justicia por contrabando de armas y la Cámara de Casación revocó la absolución que lo había beneficiado. Ahora deberán determinar el monto de la condena, pero todavía tiene la chance de apelar a la Corte Suprema. El Senado podría quitarles los fueros para ir a la cárcel, sólo cuando la sentencia esté en firme y la Cámara Alta avale el pedido. (DyN)

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