El misterio indescifrable de Edgar Allan Poe

El misterio indescifrable de Edgar Allan Poe

"Cuanta más luz, más misterio", decía Thomas Carlyle. Será por eso que, a medida que nos hacemos viejos, las cosas no se hacen más comprensibles, sino más misteriosas. Que lo diga sino Edgar Allan Poe, el escritor que sentó las bases del misterio como género literario y que nació hace hoy 204 años. Claro que, como buen precursor, Poe no sólo concibió inolvidables historias que aún hoy hacen temblar, sino que fue mucho más allá: convirtió su propia vida en un gran misterio. Fue un rebelde sin causa, se enamoró a los 14 años de la madre de un compañero, era aficionado a la criptografía (se dice que días antes de su muerte dejó escritos varios mensajes que nadie ha podido aún descifrar) y, finalmente, murió a los 40 años en circunstancias que aún no han podido ser aclaradas. Sin embargo, sus escritos, cuentos y poemas -que a decir de Julio Cortázar "eran de otros tiempos"- han perdurado como clásicos indiscutibles. Tanto, que su obra influyó decididamente en otros escritores célebres como Julio Verne, H. G. Wells y Arthur Conan Doyle. Precisamente, este último, padre de Sherlock Holmes, declaró: "la obra de Poe constituye una raíz de la que ha brotado toda una literatura". Por eso, no existe mejor manera de honrar hoy a Poe que leer "La carta robada", "El escarabajo de oro" o "El cuervo". En ellos habita ese misterio hermoso que no pueden descifrar ni la psicología ni la retórica.

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