Industriales, en el banquillo
Ambientalistas y autoridades políticas de Santiago del Estero se dieron por estos días un gusto que venían postergando durante años: sentar ante la Justicia, en el banquillo de los acusados, a quienes consideran responsables fundamentales de la contaminación de la cuenca Salí-Dulce, que desemboca en el dique El Frontal, en las Termas de Río Hondo.

Prácticamente cuatro años pasaron desde que el ex intendente de Las Termas, Luis Saleme, denunció ante la Justicia Federal de la provincia vecina a un grupo de ocho personas responsables de industrias radicadas en Tucumán, siete de ingenios y uno de una citrícola. Esta vez, se les puso nombres y apellidos a los supuestos contaminadores. Así, mientras se dirime si la competencia para dilucidar estas responsabilidades recae en Santiago del Estero o en Tucumán, los industriales tuvieron que desplazarse la semana pasada en tropel a la provincia vecina, para responder a las indagatorias que dictó el juez federal Guillermo Molinari, a instancias del fiscal federal, Pedro Simón.

Algunos de los acusados expusieron en forma verbal, otros se excusaron de declarar y otros se comprometieron a presentar escritos con respuestas a un cuestionario elaborado por el juez, mientras que un par de ellos no aparecieron por el Juzgado. Uno de estos es Héctor Gregorio Mateos, de SA Azucarera Argentina (ingenio La Corona), quien no acudió al llamado del juez Molinari en primera instancia, ni cuando se concedió una reprogramación de indagatoria. Por esto, el Juzgado decidió revocar el beneficio de eximición de prisión y ordenó la detención de Mateos, aunque la defensa de este último argumentó que el empresario ya no pertenecía al ingenio cuando se constituyó la firma propietaria, en julio de 2007. De todas maneras, Mateos anticipó que se presentará el lunes 18 a declarar y que revelará los nombres de "los verdaderos dueños de esa firma, porque el principal esquema de defensa de los empresarios siempre fue usar testaferros", según difundió el diario santiagueño "El Liberal". De acuerdo con lo que cita esta publicación, Mateos sostuvo que fue reemplazado por Martín Arana, cuyo padre, Roberto Luis Arana, "es el dueño (de La Corona) desde hace más de treinta años; es el propietario de ese ingenio conjuntamente con el contador Eduardo Amado Estofán". Otro que no se presentó fue Mario Menéndez, de la citrícola Litoral Citrus, quien fue emplazado a declarar este miércoles.

En primera instancia, los acusados negaron las imputaciones en su contra. Luego, argumentan que desde 2009 a la fecha "pasó mucha agua bajo el puente", en especial desde que las industrias suscribieron con el Gobierno nacional los mecanismos de saneamiento y tratamiento de los desechos industriales, como la vinaza, incluidos en el Programa de Reconversión Industrial (PRI). Es claro que faltan cosas por hacer, pero no se puede negar que en los últimos años las fábricas invirtieron en mejoras en los procesos medioambientales, más allá de que estos avances vayan por cuerda separada de la causa que se sustancia en Santiago del Estero.

La presión de la comunidad de Las Termas para que se juzgue y se castigue a los responsables crónicos de la contaminación de El Frontal se encuentra en un punto muy elevado. La sola presencia de industriales azucareros y citrícolas en las tierras santiagueñas, con toda la prensa encima, con fotos de poderosos cabizbajos que normalmente se consideran a sí mismos benefactores de la humanidad, por lo que aportan a la economía y a la toma de empleo, es toda una señal, para alimentar el ego de los santiagueños y para dejar claro que las prácticas contaminadoras ya no son tolerables.

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