Por Carlos Leonardo Oardi
03 Febrero 2013
BESO GOLEADOR. Diego Leguizamón acaba de anotar su primer tanto y lo festeja.
San Fernando tiene muy en claro el concepto de que, más que jugar bien, importa ganar. Diego Leguizamón disipó los nubarrones que aparecieron por el Ingenio Leales marcando los dos goles, con que el "huracán verde" le ganó 2 a 1 a Atlético 25 de Mayo, de Las Termas de Río Hondo. Así, repitió el resultado del debut en Aguilares y se posiciónó como único líder de la zona 19 del Torneo del Interior.
Todo parecía indicar que el tempranero gol del muchacho de la vincha negra iba a simplificar la búsqueda de la victoria del conjunto lealeño. Pero la balanza luego fue inclinándose de a poco hacia el lado de los santiagueños, que complicaron demasiado.
Y así fue que, en el mejor momento de la visita, Cristian Salvatierra logró el empate. Para colmo, San Fernando estaba para el cachetazo. Pero un jugadón del ingresado Domingo González, a pura velocidad por derecha, habilitó perfectamente a Leguizamón que, sin resistencia, definió de derecha ante Luis Correa.
Fue un golpe de nocaut al visitante. Pudo haber estirado Héctor Herrera, pero el balón pegó en el palo derecho. La sensación general es que pudo haber sido para cualquiera, porque cada uno tuvo sus ocasiones. Pero Diego, uno de los cuatro Leguizamón, estuvo tan fino como su equipo necesitaba.
Todo parecía indicar que el tempranero gol del muchacho de la vincha negra iba a simplificar la búsqueda de la victoria del conjunto lealeño. Pero la balanza luego fue inclinándose de a poco hacia el lado de los santiagueños, que complicaron demasiado.
Y así fue que, en el mejor momento de la visita, Cristian Salvatierra logró el empate. Para colmo, San Fernando estaba para el cachetazo. Pero un jugadón del ingresado Domingo González, a pura velocidad por derecha, habilitó perfectamente a Leguizamón que, sin resistencia, definió de derecha ante Luis Correa.
Fue un golpe de nocaut al visitante. Pudo haber estirado Héctor Herrera, pero el balón pegó en el palo derecho. La sensación general es que pudo haber sido para cualquiera, porque cada uno tuvo sus ocasiones. Pero Diego, uno de los cuatro Leguizamón, estuvo tan fino como su equipo necesitaba.
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