Los Pumas no pudieron tener la despedida soñada

Los Pumas no pudieron tener la despedida que . Tampoco Rodrigo Roncero, quien jugó su último partido con la camiseta blanquiceleste del seleccionado argentino, tras jugar 55 partidos y tres mundiales. Se fue ovacionado, pero quizás más le haya importado que el equipo se haya retirado victorioso de la cancha. No pudo ser. Los Wallabies australianos le ganaron a Los Pumas por un ajustado 25-19, aunque en la cancha hayan sido superiores, mucho más que los seis puntos que refleja el marcador final.

El partido no fue bueno. Los Pumas cometieron muchos errores, también demasiadas infraciones que conspiraron contra un mejor resultado. Se regalaron muchos puntos y en este nivel eso es grave. Cuesta caro. Y Los Pumas lo pagaron.

Hubiera sido lindo una despedida triunfal. Les hubiera permitido al equipo nacional quedar terceros entre los cuatro equipos protagonistas de este primer certamen Championship. Habría demostrado que Los Pumas están para jugar en la elite del rugby mundial. No pudo ser. Quedaron cuartos. Igual, se ganaron el respeto de todos. Quedó claro: Los Pumas están para jugar en este certamen, junto a los tres mejores equipos del planeta: Nueva Zelanda, Australia y Sudáfrica.

El partido no fue bueno. Nos quedamos con la actuación global a lo largo del certamen. Una primera parte muy buena, a pesar de las derrotas cosechadas en Newlands, Gold Coast y en Wellington. Lo mejort, el empate contra los Springboks sudafricanos en Mendoza. En tierras cuyanas, y en Australia, el triunfo a Los Pumas se les escapó por muy poco. Por todo eso, se esperaba una despedida triunfal. Se pensaba que era merecida, por todo lo que habían hecho a lo largo del torneo. Pero los partidos se ganan en 80 minutos y no con las estadísticas o los merecimientos por partidos anteriores.

Los Pumas estuvieron a la altura de los mejores. Pero todavía falta mucho camino por recorrer. Que esta participación haya sido un buen aprendizaje y se lo tome como tal. Si creemos que ya estamos en el mismo nivel y le podemos ganar en cualquier momento estamos errados. S0n los tres mejores equipos del mundo y Los Pumas dieron un paso importante para alcanzar a jugar en la elite. Hay que tomarlo así. Aprender que estos partidos son muy difíciles, que los rivales son de jerarquía, aunque vengan con suplentes, y que no se los ganan antes del pitazo final del árbitro tras los 80 minutos de batalla. Aquí pasó un poco de eso. Mucha gente, incluso periodistas especializados, y hasta gente cercana a Los Pumas, transmitieron optimismo antes de los partidos contra los All Blacks y tambien en este contra los Wallabies. Habrá que tomar conciencia de que son los mejores. Y poner otra vez los pies sobre la tierra. A empezar de nuevo. Solo así, llegará el día que Los Pumas le ganen a una de estas potencias. Y que, al fin, los sueños se hagan realidad.