Quién es la "amiga de la infancia" del obispo Bargalló

Quién es la "amiga de la infancia" del obispo Bargalló

Tiene 56 años, es divorciada y empresaria gastronómica.

IN FRAGANTI. El cura y la empresaria regresan de la playa. FOTO TOMADA DE DIARIOPOPULAR.COM IN FRAGANTI. El cura y la empresaria regresan de la playa. FOTO TOMADA DE DIARIOPOPULAR.COM
22 Junio 2012
BUENOS AIRES.- Aunque intentó siempre mantener un perfil bajo, el escándalo desatado por sus románticas vacaciones en México junto al obispo de Merlo-Moreno, Fernando María Bargalló, hicieron que miles se preguntaran quién era la "amiga de la infancia" del sacerdote más cuestionado del momento. A los 56 años y divorciada, María de las Victorias Teresa Martínez Bo, o simplemente "Mariví" para los amigos vio cómo su vida privada se fue por la borda y ahora todos los medios hablan de ella.

Sucede que esta bella empresaria es la propietaria del reconocido "Jolie Bistró", un coqueto espacio para los placeres gastronómicos ubicado en Belgrano R, frente a la estación de trenes de la zona y, según publicó en su edición online Perfil.com, tiene capacidad para 62 cubiertos. 

Lujoso y sofisticado, su emprendimiento gastronómico le brindó la posibilidad de sobrellevar el divorcio de su única pareja, de la que terminó por distanciarse hace poco más de dos años. Según señala 24Con, "Mariví" contaba hasta hace algunos días con un perfil en la red social Facebook, donde publicaba fotos grupales en las que se podía ver al obispo. Sin embargo, una vez desatada la polémica, la cuenta fue borrada.

Sus allegados comentan que siempre estuvo ligada afectivamente a Bargalló, pero la decisión de este por entregarse a una vida consagrada terminaron por impulsarla a un matrimonio que duró casi tres décadas. Sin embargo, el recorrido por las cálidas playas mexicanas la hicieron ilusionar con una nueva oportunidad para, al fin, poder concretar el amor postuesto desde la adolescencia. Pero al parecer, el sacerdote no pensaba igual ya que de regreso al país siguió profesando su fe y cada uno siguió su camino, en contra de la voluntad de "Mariví". LA GACETA ©

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