Los vecinos se encierran con llave para eludir el caos

Los vecinos se encierran con llave para eludir el caos

06 Mayo 2012
Las dos esquinas de la cancha que están sobre 25 de Mayo son las más inseguras cuando hay partidos, según el relato de los vecinos de la zona. "Andan todos alcoholizados y drogados, no importa a qué hora se juegue", cuenta Julia de Sánchez. En el camino hacia la parada del colectivo, ya le robaron a ella, a su mamá y a todos los vecinos de la cuadra, asegura. "Hasta a los mismos hinchas los asaltan", agrega la mujer, que además critica la poca presencia policial.

Con ella coincide Diego (prefiere no dar su apellido), que vive a dos cuadras del estadio. "Cuando hay partidos cierro todo, guardo los vehículos y me quedo adentro. Si no, tenés que andar con la escopeta en la mano", se queja. En ese sentido, el hombre describe que los hinchas se drogan, consumen alcohol y el descontrol es total. "No hay una presencia policial fuerte", añade con preocupación.

Sobre calle Chile, a pocos metros de 25 de Mayo, funciona una peluquería a la que asisten muchas de las mujeres del barrio. Desde el mostrador, Marcelo Vergara cuenta que nunca asaltaron el negocio pero explica que las presas fáciles son los transeúntes cada vez que hay partidos. "Yo siempre les recomiendo a las clientas que no salgan cuando termina el partido, que se vayan mientras están jugando o bien que esperen un poco", relata el peluquero.

La esquina caliente

Ya es histórico que los hinchas de Atlético se concentran a "hacer la previa" en la intersección de Italia y 25 de Mayo. Hasta el año pasado, un almacén de esa esquina era la parada obligada de todos ellos. Sin embargo, después de los destrozos que dejó el clásico con San Martín a fines de enero, el dueño del local colocó un portón de hierro y, ahora, el local parece blindado.

A unos 20 metros hacia el sur de ese negocio, sobre Italia, funciona otro almacén. "Los días de partido yo sí abro porque se trabaja bien", explica Pablo Rivera. Pero confiesa que siente temor cuando se producen incidentes como los ocurridos el viernes. Para él, no sólo el alcohol es causante de la violencia, sino también la droga. A Pablo no lo asaltaron nunca. Él cree que la clave es mantener una buena relación con los hinchas y, en especial, con los "jefes" de la barra brava.

Un vecino de esa esquina señala que los hinchas compran y consumen droga con total impunidad en la vía pública. Describe que los días en que hay partidos, cuando ya se juntaron casi todos en esa esquina, llega un auto, alguien baja con un bolso y reparte su contenido entre cuatro personas, que luego venden cocaína y marihuana a la vista de todos, frente a la sede de los Bomberos, que permanece cerrada.

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