15 Agosto 2003
El próximo martes a la mañana, el abogado José Osvaldo Segura asumirá como interventor del PAMI Tucumán, en reemplazo de Eduardo Saire Galante. Este médico se desempeñó desde el pasado 2 de abril hasta el 12 del actual, día que se firmó la designación de Segura. Prometió asistir al acto de asunción el interventor del PAMI central, Juan Horacio González Gaviola.
Segura es empleado de planta desde hace 24 años y permanecerá al frente del PAMI hasta el 5 de enero de 2004, según reza la resolución refrendada por González Gaviola.
Fuentes confiables aseguraron a LA GACETA que Segura es una excelente persona y goza de la estima de la mayoría del personal. No obstante, al nuevo funcionario le tocará remar con una serie de denuncias por sospechas de corrupción dentro de la misma institución, presentadas en la Justicia por un grupo de jubilados. También se transformará en el principal receptor de los continuos reclamos de los afiliados, pidiendo mejor atención médica.
Respuesta a una afiliada
Por otra parte, la Oficina de Prensa del PAMI central, a través de su vocera, Ana Carina Rodríguez, respondió a la afiliada Gladys Verón, quien denunció en LA GACETA que hacía ocho meses que el PAMI no le autorizaba un examen renal.
"Verón no completó el trámite para acceder al estudio que no contempla el PMO (Programa Médico Obligatorio). El único requisito que se le exige es presentar un presupuesto del costo del estudio para ser pagado por nuestro Instituto. La señora inició el trámite el 23 de julio, pero al no presentar un presupuesto la gestión quedó trunca. Al leer la información en LA GACETA se envió al domicilio de la mujer a un médico del PAMI para que la asesore. Ella no se encontraba y se le dejó una citación para que concurra al área médica de la delegación tucumana y le solucionen el problema", expresó Rodríguez a nuestro diario.
"Reclaman sin estar informados"
"Yo soy la médica de cabecera de la paciente Julia Cana de González, cuyo hijo me involucró injustamente en una denuncia por la supuesta mala atención de su madre en el sanatorio donde está internada. Esto es totalmente falso y daña mi buen nombre y desempeño profesional. Además, casi todos hacen denuncias y reclamos sin estar bien informados respecto de cómo se trabaja en la atención médica", expresó en su visita a LA GACETA la doctora María Flora Bulacio, quien se desempeña como auditora de la ACES, la prestadora del PAMI.
La médica dijo que desde hace cinco años atiende a Julia, y que la única afección que tiene es hipertensión arterial; asegura que está muy bien controlada. "La mujer fue internada porque hizo un pico de HTA con un cuadro respiratorio agudo. Esto no es grave; ni las hemorragias nasales le provocaron descompensación. Ni siquiera es una paciente que requiera terapia intensiva, pero autoricé su internación en esa unidad porque los familiares están muy angustiados y se alarman por cualquier cosa. Este entorno familiar tan alterado, vuelve locos a los médicos y a la propia enferma", subrayó.
Segura es empleado de planta desde hace 24 años y permanecerá al frente del PAMI hasta el 5 de enero de 2004, según reza la resolución refrendada por González Gaviola.
Fuentes confiables aseguraron a LA GACETA que Segura es una excelente persona y goza de la estima de la mayoría del personal. No obstante, al nuevo funcionario le tocará remar con una serie de denuncias por sospechas de corrupción dentro de la misma institución, presentadas en la Justicia por un grupo de jubilados. También se transformará en el principal receptor de los continuos reclamos de los afiliados, pidiendo mejor atención médica.
Respuesta a una afiliada
Por otra parte, la Oficina de Prensa del PAMI central, a través de su vocera, Ana Carina Rodríguez, respondió a la afiliada Gladys Verón, quien denunció en LA GACETA que hacía ocho meses que el PAMI no le autorizaba un examen renal.
"Verón no completó el trámite para acceder al estudio que no contempla el PMO (Programa Médico Obligatorio). El único requisito que se le exige es presentar un presupuesto del costo del estudio para ser pagado por nuestro Instituto. La señora inició el trámite el 23 de julio, pero al no presentar un presupuesto la gestión quedó trunca. Al leer la información en LA GACETA se envió al domicilio de la mujer a un médico del PAMI para que la asesore. Ella no se encontraba y se le dejó una citación para que concurra al área médica de la delegación tucumana y le solucionen el problema", expresó Rodríguez a nuestro diario.
"Reclaman sin estar informados"
"Yo soy la médica de cabecera de la paciente Julia Cana de González, cuyo hijo me involucró injustamente en una denuncia por la supuesta mala atención de su madre en el sanatorio donde está internada. Esto es totalmente falso y daña mi buen nombre y desempeño profesional. Además, casi todos hacen denuncias y reclamos sin estar bien informados respecto de cómo se trabaja en la atención médica", expresó en su visita a LA GACETA la doctora María Flora Bulacio, quien se desempeña como auditora de la ACES, la prestadora del PAMI.
La médica dijo que desde hace cinco años atiende a Julia, y que la única afección que tiene es hipertensión arterial; asegura que está muy bien controlada. "La mujer fue internada porque hizo un pico de HTA con un cuadro respiratorio agudo. Esto no es grave; ni las hemorragias nasales le provocaron descompensación. Ni siquiera es una paciente que requiera terapia intensiva, pero autoricé su internación en esa unidad porque los familiares están muy angustiados y se alarman por cualquier cosa. Este entorno familiar tan alterado, vuelve locos a los médicos y a la propia enferma", subrayó.
Lo más popular
