15 Agosto 2003
"La Iglesia hoy no debe parar de evangelizar, porque el hombre tiene hambre; el hambre más grande que es la necesidad de llenar sus corazones del amor de Dios", advierte monseñor Kirilos Doumat, máxima autoridad de la Iglesia Católica Apostólica Ortodoxa de Antioquía, en Argentina.
El prelado vino a Tucumán para presidir la festividad de la Dormición de la Virgen María, que se celebra hoy, en la iglesia ortodoxa Asunción de María Santísima.
La celebración de la Divina Liturgia se oficiará a las 10, en la parroquia de Maipú 567. Y esta tarde, a las 16.30, monseñor Kirilos Doumat presidirá el Congreso General Arquidiocesano, que reunirá a sacerdotes, laicos y delegados parroquiales de todo el país. El encuentro, que se desarrolla cada dos años, analizará temas fundamentales de la vida de esa iglesia, como la evangelización, la tarea social de la Iglesia Católica Ortodoxa y aspectos doctrinarios.
Amplia tarea social
Monseñor Doumat, arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina, nació en Alepo (al Norte de Siria), "una ciudad que con 11.000 años es la más antigua de toda la humanidad", según cuenta con orgullo.
Pero hace 20 años vive en Argentina, recorriendo las 15 parroquias católicas ortodoxas del país, con sus diferentes obras de ayuda social. En Tucumán la Iglesia Ortodoxa desarrolla una amplia labor en apoyo a los más necesitados, a través del comedor infantil San Jorge, que depende de la capilla del mismo nombre, en Villa Mariano Moreno. También cuenta con otra capilla, la de La Santa Cruz, en Villa Lastenia. Todas estas instituciones fueron visitadas ayer por monseñor Doumat.El domingo, a las 10, el arzobispo presidirá la ordenación sacerdotal del diácono tucumano Adolfo Barrionuevo. Para festejar este acontecimiento y la visita de monseñor Doumat, el párroco de la iglesia local, reverendo padre Juan Manuel Alurralde, ofrecerá un almuerzo de homenaje, abierto a la comunidad ortodoxa, el domingo, a las 13.
Compenetrado con los problemas de la vida argentina, a monseñor Doumat le preocupan las leyes que puedan afectar la paz social.
En relación con la situación de los ex represores militares, el prelado opinó: "la Argentina debe juzgar a sus hijos y no entregarlos para que los juzguen en otro lugar. Si hay en verdad justicia, los hijos de Argentina deben ser juzgados de acuerdo con las leyes argentinas", dijo.
El prelado vino a Tucumán para presidir la festividad de la Dormición de la Virgen María, que se celebra hoy, en la iglesia ortodoxa Asunción de María Santísima.
La celebración de la Divina Liturgia se oficiará a las 10, en la parroquia de Maipú 567. Y esta tarde, a las 16.30, monseñor Kirilos Doumat presidirá el Congreso General Arquidiocesano, que reunirá a sacerdotes, laicos y delegados parroquiales de todo el país. El encuentro, que se desarrolla cada dos años, analizará temas fundamentales de la vida de esa iglesia, como la evangelización, la tarea social de la Iglesia Católica Ortodoxa y aspectos doctrinarios.
Amplia tarea social
Monseñor Doumat, arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina, nació en Alepo (al Norte de Siria), "una ciudad que con 11.000 años es la más antigua de toda la humanidad", según cuenta con orgullo.
Pero hace 20 años vive en Argentina, recorriendo las 15 parroquias católicas ortodoxas del país, con sus diferentes obras de ayuda social. En Tucumán la Iglesia Ortodoxa desarrolla una amplia labor en apoyo a los más necesitados, a través del comedor infantil San Jorge, que depende de la capilla del mismo nombre, en Villa Mariano Moreno. También cuenta con otra capilla, la de La Santa Cruz, en Villa Lastenia. Todas estas instituciones fueron visitadas ayer por monseñor Doumat.El domingo, a las 10, el arzobispo presidirá la ordenación sacerdotal del diácono tucumano Adolfo Barrionuevo. Para festejar este acontecimiento y la visita de monseñor Doumat, el párroco de la iglesia local, reverendo padre Juan Manuel Alurralde, ofrecerá un almuerzo de homenaje, abierto a la comunidad ortodoxa, el domingo, a las 13.
Compenetrado con los problemas de la vida argentina, a monseñor Doumat le preocupan las leyes que puedan afectar la paz social.
En relación con la situación de los ex represores militares, el prelado opinó: "la Argentina debe juzgar a sus hijos y no entregarlos para que los juzguen en otro lugar. Si hay en verdad justicia, los hijos de Argentina deben ser juzgados de acuerdo con las leyes argentinas", dijo.
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