¡No puede entrar, no puede sacar fotos!

¡No puede entrar, no puede sacar fotos!

Sucede casi en todos lados, cada vez con más frecuencia, y Tucumán no está exento de esta normativa a veces contradictoria y arbitraria.

¿La fotografía está prohibida o sólo son los fotógrafos?

Frecuentemente, con los más diversos argumentos no nos dejan sacar fotos. He aquí una paradoja.

Ya sea por (su) seguridad, o por sospechas de terrorismo o espionaje o por un simple capricho, en hospitales, en supermercados, en instituciones públicas o privadas no permiten el ingreso libre de un fotógrafo.

Se entiende que cada uno está en su derecho de permitir o no el acceso, pero me quedan algunas dudas sobre los fundamentos de la prohibición.

En accidentes de tránsito, por ejemplo, suele suceder que no dejan sacar fotos (cuando el interesado en la captura tiene colgada la cámara grande: la de fotógrafo), mientras al mismo tiempo una innumerable cantidad de ocasionales testigos no dudan en sacar su celular para realizar tomas de videos y capturas fotográficas para sus perfiles de Facebook, para contar en casa cuando lleguen o para justificar su retraso en el trabajo.

Hoy en día es muy común en el súper registrar algún producto o su precio con una instantánea desde el celular, pero está prohibido ingresar con la cámara colgada (la grande, por supuesto).

Ni hablar de escuelas, donde los niños abundan, donde padres orgullosos tienen colgadas sus cámaras y disparan cada pestañeo de sus retoños y el de sus compañeros en el acto escolar de turno. Allí los fotógrafos son potenciales secuestradores de criaturas, en el mejor de los casos.

No está claro por qué prohíben sacar fotos en hospitales o sanatorios, cuando los médicos las usan frecuentemente como herramienta de trabajo. Y como registro de pacientes y visitantes para documentar su paso feliz -o no- por esos pasillos y salas.

Las reglamentaciones y sus fundamentos son muchos, pero muchas más son las dudas que quedan cuando se solicita una buena razón.

Lo único que queda claro es que la fotografía no es mala en sí misma, sino que su uso es acertado o equivocado. Si no, vean la espantosa tapa que publicó el diario "Crónica" luego de la muerte de la modelo Jazmín de Grazia

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