Los 25 km de baches que nadie quiere transitar

Los 25 km de baches que nadie quiere transitar

Quienes viven entre La Madrid y Árboles Grandes están obligados a hacer dedo porque ninguna línea de ómnibus cubre el trayecto.

ALTO RIESGO. Algunos pozos son pequeños; otros tienen el tamaño de cráteres. Los vehículos que recorren la ruta son asiduos visitantes del mecánico. LA GACETA / FOTOS DE ALVARO MEDINA ALTO RIESGO. Algunos pozos son pequeños; otros tienen el tamaño de cráteres. Los vehículos que recorren la ruta son asiduos visitantes del mecánico. LA GACETA / FOTOS DE ALVARO MEDINA
La Madrid, Las Ánimas, Chañar Pozo, El Quebracho, Dos Pozos, La Costa, El Bañadito, Barranca, La Tala Caída; La Esperanza, La Loma, Espinal, El Sesteadero, Palo Seco, Tres Pozos, Los Cercos y Árboles Grandes. Un pueblo y 15 parajes en los que viven cientos de familias que diariamente utilizan la desvencijada ruta 308 para ir a trabajar, a estudiar, para cobrar la jubilación, para hacer trámites en el correo, en el juzgado de paz o para ir a comprar las mercaderías del mes. Sin embargo, para los que no tienen vehículos propios, la única forma de transitarla es... haciendo dedo.

El transporte público no funciona desde hace más de una década. Los memoriosos recuerdan que Posta fue la última empresa que prestó el servicio y que, aproximadamente, en 2000 dejó de circular.

La práctica de hacer dedo es común entre los lugareños. Como Romina Herrera, que sentada en la banquina, guareciéndose de los rayos del sol debajo de la sombra de un pequeño arbusto, espera que alguien se apiade de ella y de su amigo para llevarlos hasta La Madrid.

LA GACETA los encontró durante un recorrido que realizó desde La Madrid hasta Árboles Grandes -ida y vuelta- para comprobar el grado de certeza de las quejas de los lugareños sobre el mal estado de la ruta.

Los más jóvenes, como Romina, se enteraron durante la charla con el periodista que hace más de 10 años circulaba un colectivo por la ruta 308. Ella se crió sin la posibilidad de tomar el ómnibus. La única forma que conoce de viajar es haciendo dedo.

Caminando sobre la Luna
Si pudiésemos caminar sobre el suelo de la Luna seguramente sería como hacerlo por la ruta 308. Son más de 25 kilómetros de baches; algunos pequeños, otros enormes. En algunos tramos, como a la altura de Las Ánimas, o antes de llegar a Árboles Grandes, el asfalto directamente no existe; sólo queda un poco de ripio que no alcanzan para cubrir los pozos. El auto de LA GACETA nunca pudo superar los 50 km/h, porque cada bache sacudía con fuerza al vehículo y a sus ocupantes sin piedad.

"La ruta está así desde hace muchos años y sólo vienen de vez en cuando para bachearla", afirma Rolando Fernández. Con sus memoriosos 74 años, él no recuerda que alguna vez ese tramo de la 308 haya estado en perfectas condiciones.

Fernández vive en Las Ánimas. Su casa está ubicada a la vera de la ruta y él conoce como nadie lo que sufren los habitantes de la zona, ya que sus hijos estudian magisterio en La Madrid. "Esta ruta no da para más, es para romper vehículos", exclama. Dice que los que sufren más las consecuencias del mal estado del camino son los docentes, médicos y enfermeros que, desde La Madrid y desde otros lugares del sur de la provincia, viajan en autos o en motos para trabajar en Árboles Grandes, en La Esperanza y en Barranca.

Manos a la obra
A causa del deterioro de la ruta los pobladores se organizaron y firmaron un documento para presentar a las autoridades provinciales. Exigen la repavimentación de la 308. Mercedes Quiroga es maestra de la Escuela N° 75 de Árboles Grandes. Viene por el camino de tierra en su Chevrolet de tres puertas; la acompañan una niña y un niño vestidos con el guardapolvo blanco. Los estudiantes no son sus hijos. "A los chicos los traemos nosotras porque no tienen en qué viajar. Son mis alumnos y tengo que llevarlos", explica.

Como no hay un transporte público, Quiroga debe viajar desde La Madrid en su propio auto. El rodado sufre las consecuencias de ser sometido a un terreno sólo apto para una camioneta 4x4. Ella cuenta que en uno de los viajes pinchó una cubierta y que una vez al año tiene que reparar el tren delantero del auto y cambiar los neumáticos. Un costo extra que debe solventar con su sueldo.

Inseguridad vial
Cerca del mediodía el tránsito se incrementa; hay muchos camiones cisterna que van y vienen desde y hacia Las Termas de Río Hondo, camionetas de las fincas de la zona y autos particulares. Todos van zigzagueando y los conductores deben estar atentos para no chocar de frente. Mientras tanto, algunas 4x4 circulan a gran velocidad y esquivan autos en forma riesgosa.

Fernández advierte que andar de noche en moto es muy peligroso porque hay autos que circulan con las luces reglamentarias bajas y, por esquivar un pozo, pueden atropellarlos. Mientras que los fines de semana las camionetas pasan a grandes velocidades. "No respetan a nadie", comenta indignado. María Elena Córdoba, docente del Nivel Medio de la escuela de Árboles Grandes, afirma que los maestros están expuestas diariamente a los accidentes. Relata el caso de un colega que por esquivar a los baches perdió el control del rodado y terminó en la banquina. Sólo gracias a la ayuda de sus compañeros pudo salir de la trampa.

También detalla que al vehículo de otro compañero, por culpa de los golpes que sufrió, se le rompió la bomba de agua. "Tuvieron que venir desde Alberdi para auxiliarlo, ya que el auto no funcionaba más", apunta la docente que viaja desde Taco Ralo.

El peligro de accidentes o de roturas en los vehículos se incrementa los días de lluvia, porque los baches quedan tapados por el agua.

Quiroga y Córdoba, ambas docentes de la escuela de Árboles Grandes, coinciden en que los problemas de transporte se resolverían si una línea de colectivo cubriera el trayecto entre La Madrid y este paraje, ubicado en el límite con Santiago del Estero. Además -como ellas-, otros maestros llegan desde muy lejos, como Aguilares o Graneros, para dar clases en la N° 75.

Sin embargo, parece que deberán esperar hasta que la ruta se repavimente. Según cuentan los lugareños, las empresas de transporte se niegan a cubrir este trayecto a causa del deplorable estado en que se encuentra el asfalto.

Taxis rurales
Cuando la mayor parte de la ruta estaba transitable los pobladores utilizaban los taxis rurales que tienen su base en La Madrid. Sin embargo, debido a que en los últimos años empeoró el estado del camino, la mayoría se niega a realizar el trayecto hasta Árboles Grandes. Tienen miedo de romper los autos. Mientras que los pocos que se animan cobran de acuerdo con la necesidad de la gente.

Según Fernández, los taxis se abusan con las tarifas. Precisa que les cobran entre siete y 10 pesos para hacer los ocho kilómetros que hay entre La Madrid y Las Ánimas. Compara esta tarifa con el valor del boleto del colectivo que une Alberdi con La Madrid. Por un trayecto de 40 kilómetros el costo es de $ 7,50. "Los taxis rurales te ven con necesidad y te sacan la cabeza con un boleto", se queja Fernández, habitante durante la mayor parte de su vida en este paraje.

La ruta es una vía de uso público que permite a la población transitar de un lugar hacia otro; un camino que conecta a los pueblos y a sus pobladores. En el trayecto desde La Madrid hasta Río Hondo, la 308 le da vida a los parajes de la zona. Mientras que para las ciudades del sur de la provincia es la única vía de conexión con el centro termal.

Sin embargo, cuando se cruza el puente del río Graneros y se sigue viaje por la 308, crece la sensación de que es el ingreso a la ruta de los pueblos olvidados.

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