"Diego nunca pidió privilegios"

"Diego nunca pidió privilegios"

OPORTUNIDADES. No puede dejar de maravillarse por todo lo que ha conseguido en estos últimos años. LA GACETA/ FOTO DE EZEQUIEL LAZARTE. OPORTUNIDADES. No puede dejar de maravillarse por todo lo que ha conseguido en estos últimos años. LA GACETA/ FOTO DE EZEQUIEL LAZARTE.
17 Febrero 2012
"Desde que ingresó ha sido un ejemplo para todos. Además, nos dio la oportunidad de ser solidarios", señaló Isabel Rico de Aguilar, secretaria Académica de la facultad de Ciencias Jurídicas, Políticas y Sociales de la Unsta. 
Destacó la tenacidad de Diego durante sus estudios, su educación y buen trato: "aquí todos lo quieren y admiran". Además, explicó que en todos estos años de cursado jamás pidió algún tipo de privilegio por su condición. Lo único que se le permitió fue que pudiera rendir libre, pero después las exigencias eran las mismas.
"Creo que la suerte la tuvimos nosotros, de tenerlo aquí y de conocerlo. La Universidad aprendió de él", agregó la secretaria académica. 
También quiso destacar el rol de Antonio, el padre de Diego, que lo acompañó de manera incondicional. "Creo que el accidente potenció en Diego esas virtudes que ya tenía. Es un excelente alumno, su nivel nunca decayó y el promedio superior a 8 demuestra que tiene capacidad de sobra", puntualizó.

Quiere ser escribano y juez de paz 
No todo terminó el martes cuando rindió Derecho Internacional Público y le estrecharon la mano haciéndolo sentir un colega. 
Diego Elías quiere completar las materias que le faltan para recibirse de escribano en noviembre. Con ese título ya serán cuatro los que sumará: procurador, abogado, mediador y escribano. "No es que me fascine estudiar, pero quiero alcanzar eso también. Cuando me propongo algo lo cumplo", enfatiza. No hay dudas de esto.  
Este año tiene la esperanza de conseguir trabajo. Presentó en le Gobierno un pedido del cumplimento de la ley de discapacidad que establece un cupo del 4% de discapacitados en los organismos del Estado y que no se cumple. "Espero que el gobernador Alperovich me escuche y acepte mi pedido", apuntó. 
Pero si de soñar se trata, Diego también fantasea con ser juez de Paz, igual que lo fue su abuelo. "Me gustaría trabajar en un lugar tranquilo cumpliendo esa función -confiesa-. Quiero recuperar el tiempo perdido y empezar a trabajar. Lo necesito". 

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