20 Enero 2012
ANSIEDAD. Leandro Vildoza será dirigido otra vez por Mario, su padre. LA GACETA / FOFO DE HECTOR PERALTA
Talleres recuperó a una de sus joyas basquetbolísticas más valiosas. Leandro Vildoza (1.81, base o escolta, nacido en Tafí Viejo el 2 de noviembre de 1994) volverá a vestirse esta noche con la camiseta a la que profesa su devoción de hincha fervoroso.
Al cabo de dos años en Tucumán BB, Leandro reaparecerá en los "leones", que cerrarán la primera fase del Torneo Federal como punteros inamovibles de la Región Noroeste enfrentando desde las 22 a Unión Orán, en la ciudad salteña homónima. Dirigirán el santiagueño Ariel Mudksi y el jujeño Javier Puch.
El inventario de su paso por los "bebé" ha dejado un registro positivo en su carrera. "He estado en un gran club, en el que me fue bien y me permitió crecer bastante como jugador", señala.
En la charla, se advierte fácilmente su ansiedad por esta vuelta al club que lo vio nacer como jugador. "Yo soy hincha de Talleres, volver al club donde uno se formó es muy lindo. Estoy con muchas ganas de jugar, no veo las horas de entrar a la cancha", dice refrendando ese deseo de volver a calzarse oficialmente los colores oro y negro.
Aunque le gusta más la posición de "1", afirma que está dispuesto a ocupar el lugar que le indique el entrenador, que es Mario, su papá. "Depende de lo que le haga falta al equipo. Sabemos que en esta zona hubo algunos rivales flojos y después, cuando nos crucemos con los del NEA, serán todos muchos más duros. Pero este grupo es muy unido y puede lograr cosas importantes", pronostica. Leandro es primo hermano de Luca Vildoza, también base y nueve meses menor , ya con rodaje en la LNB con Quilmes, de Mar del Plata. "Estamos orgullosos de él, es muy difìcil jugar en la A con la edad que él tiene", afirma con el pecho inflado. Tampoco elude la autocrítica: "por ahí me saco mucho del juego; mi papá me dice que tengo que controlarme más. Soy muy calentón, pero trato de ir mejorando corrigiendo eso, por mi bien y por el del equipo".
Al cabo de dos años en Tucumán BB, Leandro reaparecerá en los "leones", que cerrarán la primera fase del Torneo Federal como punteros inamovibles de la Región Noroeste enfrentando desde las 22 a Unión Orán, en la ciudad salteña homónima. Dirigirán el santiagueño Ariel Mudksi y el jujeño Javier Puch.
El inventario de su paso por los "bebé" ha dejado un registro positivo en su carrera. "He estado en un gran club, en el que me fue bien y me permitió crecer bastante como jugador", señala.
En la charla, se advierte fácilmente su ansiedad por esta vuelta al club que lo vio nacer como jugador. "Yo soy hincha de Talleres, volver al club donde uno se formó es muy lindo. Estoy con muchas ganas de jugar, no veo las horas de entrar a la cancha", dice refrendando ese deseo de volver a calzarse oficialmente los colores oro y negro.
Aunque le gusta más la posición de "1", afirma que está dispuesto a ocupar el lugar que le indique el entrenador, que es Mario, su papá. "Depende de lo que le haga falta al equipo. Sabemos que en esta zona hubo algunos rivales flojos y después, cuando nos crucemos con los del NEA, serán todos muchos más duros. Pero este grupo es muy unido y puede lograr cosas importantes", pronostica. Leandro es primo hermano de Luca Vildoza, también base y nueve meses menor , ya con rodaje en la LNB con Quilmes, de Mar del Plata. "Estamos orgullosos de él, es muy difìcil jugar en la A con la edad que él tiene", afirma con el pecho inflado. Tampoco elude la autocrítica: "por ahí me saco mucho del juego; mi papá me dice que tengo que controlarme más. Soy muy calentón, pero trato de ir mejorando corrigiendo eso, por mi bien y por el del equipo".
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