"Ese corazoncito de chica robada, ¡qué desamparo!"

"Ese corazoncito de chica robada, ¡qué desamparo!"

01 Septiembre 2011
BUENOS AIRES - El cardenal Jorge Bergoglio, exhortó ayer a las familias a ser astutas para cuidar a los niños de la acción de secuestradores o redes de trata de personas, ya que cientos de ellos son víctimas de esos delitos, y llamó a defender la vida desde la concepción hasta la muerte natural.

El arzobispo de Buenos Aires hizo también una referencia al caso de Candela Rodríguez, al presidir una misa en la parroquia del barrio porteño de Villa Luro dedicada a San Ramón Nonato, considerado por los católicos el patrono de los niños por nacer y las embarazadas. "El caso de Candela no es un caso, sino que son cientos de casos de chicos que desaparecen y vaya uno a saber adónde van", afirmó Bergoglio, antes de que se conociera el asesinato de la niña.

"Cuántos chicos son víctimas de la maldad, cuántos chicos son arrancados del seno de sus familias para ser explotados vaya a saber dónde", lamentó el cardenal.

"Hay lobos que roban a nuestros chicos: algunos los roban imponiendo una manera de ser, una cultura que los desgasta de la sociedad; otros los roban para explotarlos o para negociar con ellos mediante rescate. Lo que sea. Ese corazoncito de chica robada, de chico robado, ¡Qué desamparo siente!", exclamó.

Juan Martínez, cura de la parroquia donde asistía Candela, la recordó como una niña muy alegre, llena de vida y de esperanza. "Es un momento de llorar, de silencio. Los compañeros de ella están muy mal. Les he dicho que Candela está en el cielo, y que tiene que haber justicia, que no es venganza, para que se resuelva", señaló. (DyN)