Se durmieron la siesta

Se durmieron la siesta

Análisis.

Después del terremoto, el gobernador José Alperovich esperaba que el ministro de Seguridad, Mario López Herrera presentara su renuncia. En ese momento el mandatario se dio cuenta que algo falla en su olfato. Fiel a su estilo no hará nada para cambiarlo.

Un acuerdo implica el final de un problema. Debería haber habido caras distendidas. Sin embargo, el ministro de Economía Jorge Jiménez no puso la firma en el pacto. El otro ministro del mismo apellido volvió a quedar como el único que sabe resolver las crisis -Pablo Yedlin y López Herrera son la otra cara-, pero al mismo tiempo Edmundo Jiménez siempre llega para soplar las velitas y no para evitar el conflicto. El gabinete de Alperovich desnudó que no es un equipo.

En menos de un mes los policías le sacaron millones de pesos al Ejecutivo y demostraron que muchos años en el poder a veces distienden y distraen. El miércoles mientras los azules declaraban la guerra, el gobernador estaba reunido organizando las candidaturas. Ahora, cómo le explicarán a los autoconvocados que había plata. La siesta fue demasiado larga.

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