Un remedio tardío

Un remedio tardío

Por Silvio Maza Villalba, Defensor de menores N° II.

07 Abril 2011
Si un padre decide darle intervención al Estado cuando su hijo ha cometido un delito, está tomando una actitud responsable. Pero también es un remedio tardío para un problema que deben resolver los adultos.

Probablemente, no es la primera vez que el chico pasó por una situación así. Hay estadísticas obtenidas por estudios realizados a nivel mundial según las cuales los chicos, antes de ser detenidos, ya cometieron entre 15 y 20 delitos.

En estas circunstancias, los padres se ven en la necesidad de hacer una denuncia porque ya no pueden contener a su hijo.

En todas las edades, los menores llaman la atención de distintas maneras.

En determinado momento puede aparecer esta situación, pero no se da de un día para el otro, sino que tiene un proceso histórico. Y se origina porque los padres no asumen su responsabilidad o el Estado no les da la posibilidad de que la asuman.

Uno de los factores más importantes a la hora de la reinserción es que la familia le dé contención y cuidado al chico, y que se realice un tratamiento adecuado.

Eso sí: que los padres decidan entregar al chico a la Policía o a la Justicia es la excepción. Normalmente, los adultos no se hacen cargo de la situación o tratan de justificar a su hijo. Lógicamente, será el juez de Menores quien determine si el adolescente es imputable o no.

Pero si los padres actuaran responsablemente desde el comienzo, cuando se origina todo el conflicto, cambiaría la situación de forma sustancial. Ellos no se hacen cargo de la situación como debieran.

Comentarios