04 Marzo 2011
Es usual que en vacaciones las personas se desenfuchen, a sabiendas de que en marzo estarán obligadas a activarse. Es por eso que hay temas que se ponen en pausa. Lo que no se sabe es que: resolverlos en esta época implica que la decisión estará determinada por una gran impulsividad; que puede malograr las metas. El ímpetu que atraviesa las decisiones está relacionado con un cambio en la dieta, propio de la época del año. Según Evelyn Muñoz, nutricionista de la Universidad Andrés Bello, cuando las comidas empiezan a saltearse y la calidad es suplantada por la rapidez disminuyen los niveles de serotonina, un neurotransmisor clave para inhibir el enojo y la impulsividad.
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