21 Noviembre 2010
"Es un trabajo delicioso", dijo Raia. LA GACETA / ANALIA JARAMILLO
"Lo que tiene de misterioso el alcance de la música quizás se deba a que es algo que transcurre en el tiempo y que de alguna manera nos saca de ese tiempo. No sólo a quien la escucha, sino también al intérprete. Cada vez que suena, la música se da vida a sí misma. Se produce entonces una emoción que se renueva cuando se la escucha, ya sea en vivo o en una grabación". Así se expresó Myrtha Raia.
Según la destacada pianista, la música es algo que tiene incorporado a su ser. "No puedo imaginarme cómo sería vivir sin ello", dijo. "Para los intérpretes -continuó- el trabajo de preparar una obra, que es como estar en el taller musical, provoca muchísimo agrado, por más que eso signifique un esfuerzo y un compromiso. En una frase más corta, diría que es un trabajo delicioso". Al pedirle que dé un consejo para quienes empiezan en este arte, señaló: "una vez le dije a uno de mis alumnos: ?dejá la vida en esto porque realmente vale la pena?".
Según la destacada pianista, la música es algo que tiene incorporado a su ser. "No puedo imaginarme cómo sería vivir sin ello", dijo. "Para los intérpretes -continuó- el trabajo de preparar una obra, que es como estar en el taller musical, provoca muchísimo agrado, por más que eso signifique un esfuerzo y un compromiso. En una frase más corta, diría que es un trabajo delicioso". Al pedirle que dé un consejo para quienes empiezan en este arte, señaló: "una vez le dije a uno de mis alumnos: ?dejá la vida en esto porque realmente vale la pena?".
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