Buscando la transparencia en el diálogo "médico- paciente"

En su último libro, "A la escucha del cuerpo", la lingüista Ivonne Bordelois analiza el discurso médico y el diálogo entre médico y paciente, "contagiado" por el vértigo de los tiempos que corren y por la medicina convertida en mercado.
"Hay gente que está convencida de que al acortarse los tiempos de la entrevista médica se abrevia el diálogo, que es fundamental, en la relación paciente - médico", afirmó la escritora, que participó en  Tucumán en el Congreso de Psicología que concluye hoy.
En diálogo con La GACETA , Bordelois cuenta que a ese libro lo escribió por pedido de un grupo de médicos preocupados por la devaluación del vínculo con el paciente. "Ellos querían devolverle a esa instancia la importancia que tiene, y valorarla a través de un estudio que mostrara las consecuencias que puede tener un diálogo que está atravesado de malentendidos, de ocultamientos o de ambigüedades, y  pensar cómo se hace para limpiar ese diálogo, para darle mayor riqueza; y también que sirva de vínculo afectivo y personal entre el médico y el paciente", reflexionó.

-¿A qué se refiere cuando habla de  "limpiar el lenguaje?
- Limpiar el lenguaje no significa atacar las incorrecciones o las faltas de gramática, sino, más bien, reacondicionarnos para permitirnos entender cuál es nuestro vínculo más fuerte con el lenguaje. El lenguaje no se expresa por medio de  reglas correctas o incorrectas; se expresa en metáforas, en libertades, en imágenes, en expresiones que liberan nuestras emociones y las renuevan. Eso es lo que significa limpiar el lenguaje; limpiarlo de la trivialidad, de la opacidad,de la vulgaridad.

-Los médicos están preocupados. Pero el discurso médico siempre se ha ubicado en un lugar de poder...
- Justamente, el grupo de médicos que se dirigió a mí está cuestionando la excesiva autoridad que se le ha otorgado al médico en los últimos tiempos, cómo la institución médica ha avanzado en su autoritarismo y también en su hermetismo. Muchas veces, lo que nos dicen los médicos nos resulta ininteligible; y esa es una especie de coraza que arma el médico como resguardo frente a los pacientes. Estos médicos me han provisto de documentos valiosísimos en los cuales se reflejan diálogos donde los pacientes se insubordinan ante el autoritarismo de los médicos y ante ese "saber" entre comillas. Son testimonios muy valiosos; y al venir de los mismos médicos, una se da cuenta hasta qué punto la profesión está haciendo una especie de examen de conciencia que probablemente llegue a transformaciones y a cambios respecto de la comunicación entre médicos y pacientes.

- ¿Cómo incide el discurso médico en nuestra visión de la vida y de la muerte?
-Creo que tanto médicos como  pacientes estamos en la misma balanza. Cuando llega la hora de la muerte, tanto médicos como pacientes estamos totalmente desamparados, y lo que nos puede ayudar es una sabiduría que nos comunique, y no que nos aparte. Me parece que es darle al médico una potestad que no tiene, con respecto a estos poderes que nos sobrepasan a todos, como el poder sobre la muerte o sobre la vida; creo que las grandes visiones de la muerte vienen de la gran literatura, como Tolstoi, "La muerte de Ivan Illich", o este tipo de testimonios centrales que intentan mostrarnos cómo es la experiencia de la muerte. Ahora, los médicos han incursionado en el tema de los cuidados terminales, de la visión filosófica y sapiencial que se les puede dar a ciertos pacientes. Eso marca un cambio en la tradicional relación médico-paciente.