Balceda exige al PE que combata la droga

“Lamento las declaraciones del gobernador (José Alperovich) ciando dice que un magistrado debe citarme para que pruebe mis dichos; yo no rehuyo a la Justicia y estoy dispuesto a opinar sobre lo que debe hacer el Poder Ejecutivo para atacar el flagelo de las adicciones que generan las drogas que, para su sorpresa se fabrican y comercializan en Tucumán”. Así lo expresó ayer a LA GACETA el legislador Pedro Balceda, en alusión a los dichos del mandatario.
El parlamentario sostuvo que no se ampara en sus fueros y destacó que sus declaraciones -“mal interpretadas”- sirvieron para que el titular del PE anuncie la habilitación de un centro de rehabilitación en Las Moritas en 60 días, “cuando hace pocos días sostenía que los drogadictos de los barrios marginales eran irrecuperables”. “Esto debía entenderse como abandono de persona, porque se los dejaba morir”, acotó. Balceda sugirió a Alperovich que convoque a los tres poderes, a la Iglesia, las universidades, las ONG, “a las madres del ‘paco’” para elaborar un plan que combata el narcotráfico y que se asista a sus víctimas.

Tensión en el oficialismo
Con sus dichos, Balceda profundizó su aislamiento en la bancada oficialista Tucumán Crece (TC). Ayer, la situación interna se tensó tanto que el dirigente del sur puso su renuncia -a integrar el grupo alperovichista- a disposición del bloque.
“No es mi estilo ni mi ética enlodar a las personas. En ningún momento hablé de connivencias provinciales con el narcotráfico, sino que hice referencia a una situación nacional. Pero, si no se toman medidas, caeremos en el mismo problema. Lamento si mi aclaración no alcanza y pongo a consideración del bloque mi pertenencia; pero no renuncio a las banderas ni a los principios”, puntualizó el justicialista en una nota al titular de TC, Roque Alvarez. En 2008 se especuló con la salida de Balceda del bloque mayoritario y con la conformación de una nueva estructura parlamentaria por sus disensos con Alvarez.
Insistió en que hubo una confusión acerca de sus expresiones y pidió disculpas a sus pares. “Nunca involucré a dirigentes, legisladores ni funcionarios con el tráfico de sustancias adictivas o con la protección de la delincuencia de tan terrorífica actividad”, agregó.
Pero la suerte política del legislador habría quedado sellada ayer, luego de un entredicho público que mantuvo con el gobernador, en el que ambos pidieron que intervenga la Justicia contra el otro. La decisión del bloque se conocería la próxima semana, pero la mayoría de sus miembros se inclinaría por no expulsarlo para evitar la victimización del dirigente, según deslizaron fuentes parlamentarias.