Una iniciativa para volver a recuperar la escala de valores

La intervención de los docentes en las cuestiones relacionales de los alumnos no basta, cuando el grupo es demasiado rebelde, según considera Ezequiel (17). "Nuestro rector es muy conocido y respetado. Trata de hacer lo posible. También nuestra tutora trató de arreglar los problemas, pero no pudo. El nuestro es un curso difícil", admitió.
Para Lourdes (18), ex compañera de Ezequiel (ella cambió de colegio y ahora se siente contenida), de nada sirve que el rector sea estricto y ponga normas, si no está presente. "Nuestra directora, en cambio, se va curso por curso a controlar si estamos bien. Está pendiente de nosotros, y eso es lindo", opinó la alumna del Instituto Washington.
En ese instituto se lleva adelante un proyecto de educación en valores. Su directora sostiene que, en realidad, los jóvenes no son tan violentos como los medios de comunicación han venido mostrando en los últimos días. "Unicamente publicamos lo malo. La mayoría son buenísimos y capaces de grandes obras, pero no podemos descalificarlos porque haya uno que se equivocó", advirtió Graciela Cortez de Díaz.
La docente auxilió hace poco a un chico que fue apuñalado frente a su colegio, aunque no era alumno de allí. "Estuve con él hasta la una de la mañana en el hospital, dándole contención emocional a él y a sus padres -contó-. Yo, antes de directora, soy madre. Como los adultos solemos evitar involucrarnos, nadie quería hacerlo".
Para la rectora, los adultos deberían ser menos agresivos para dar ejemplo a los chicos. "Ellos son agresivos porque ven que nosotros los mayores nos comportamos agresivamente. A los chicos hay que darles contención desde el amor y la autoestima. En nuestro colegio, no queremos eruditos en química ni en matemáticas. Queremos buenas personas -puntualizó-. Tampoco significa que fomentemos la vagancia. Pero sí integrarlos a los chicos desde su autoestima y decirles: ?Ustedes pueden. Confiamos en ustedes. En manos de ustedes está este mundo?".
El colegio dispone de un gabinete docente para dar apoyo a los alumnos con dificultades. También hay un taller literario con textos que estimulan la reflexión sobre los valores. "Dicen que los valores se han perdido, pero lo que pasa es que están trastocados. A los valores principales los tenemos al final de la pirámide -dijo Cortez-. Es cierto que los docentes tienen poco tiempo, pero hay algunos que aún cansados les dedican diez minutos a los chicos para escucharlos".