07 Febrero 2008
MOLESTIAS. La conjuntivitis genera picazón y sensación de dolor. ARCHIVO LA GACETA
Gran parte de las conjuntivitis de verano son alérgicas y se dan por la permanencia en ambientes cerrados. Las piletas son otro de los lugares de mayor contagio. La enfermedad es la inflamación de la conjuntiva, una delgada membrana que cubre la superficie interior del párpado y parte del globo ocular.
En líneas generales hay que distinguir dos tipos principales de conjuntivitis: la alérgica y la viral. “Un 25% de la población sufre conjuntivitis alérgica”, señala el doctor Luiz Rodríguez Da Silva, médico oftalmólogo residente del centro privado de oftalmología porteño Clínica Nano.
La poca ventilación de los ambientes con muebles tapizados incrementa la acción de las partículas alergenas. El aumento del tiempo en que se permanece dentro de oficinas y de los hogares por hábitos y costumbres vinculados a la televisión, computadoras y video juegos suman posibilidades de contraer una conjuntivitis alérgica.
“Los síntomas típicos de la conjuntivitis alérgica son la picazón, generalmente en el ángulo interno del ojo, la congestión –ojos rojos– y la secreción de mucosidad clara e incolora en el ojo, y muchas veces estos síntomas se acompañan de lagrimeo”, puntualiza el especialista.
La conjuntivitis alérgica generalmente es tratada con éxito con colirios antialérgicos.
Entre las conjuntivitis alérgicas se puede mencionar la conjuntivitis vernal, que aparece entre personas jóvenes; la rinoconjuntivitis alérgica, que se acompaña de síntomas nasales, y la queratoconjuntivitis atópica, relacionada con pacientes con dermatitis atópica. La conjuntivitis puede producir úlceras corneales que al cicatrizar generarían cierta pérdida de visión o el desarrollo del queratocono, una deformación de la córnea, que adopta forma cónica, o cataratas. Es importante concurrir al oftalmólogo ante la manifestación de la enfermedad, ya que colocarse cualquier producto puede agravar el problema.
Las conjuntivitis de tipo virósicas, que suelen afectar las córneas y disminuir la agudeza visual, pueden estar acompañadas de fiebre, dolor de garganta e inflamación de ganglios. Entre los síntomas locales se encuentran la picazón en los ojos, hinchazón en los párpados, sensibilidad a la luz y sensación de dolor.
La conjuntivitis virósica es altamente contagiosa. El oftalmopediatra José María Mugica señala que esta patología se propaga de diversas formas: “por contacto directo del infectado con otra persona o en forma indirecta por toallas, sábanas, ropa. Una forma de contagio muy frecuente y poco pensada, pero muy efectiva, es la que se da por medio de gotas salivales que se expelen al hablar”. El camino natural de las lágrimas son los conductos lacrimonasales y luego, la nariz y la boca de cada persona.
En líneas generales hay que distinguir dos tipos principales de conjuntivitis: la alérgica y la viral. “Un 25% de la población sufre conjuntivitis alérgica”, señala el doctor Luiz Rodríguez Da Silva, médico oftalmólogo residente del centro privado de oftalmología porteño Clínica Nano.
La poca ventilación de los ambientes con muebles tapizados incrementa la acción de las partículas alergenas. El aumento del tiempo en que se permanece dentro de oficinas y de los hogares por hábitos y costumbres vinculados a la televisión, computadoras y video juegos suman posibilidades de contraer una conjuntivitis alérgica.
“Los síntomas típicos de la conjuntivitis alérgica son la picazón, generalmente en el ángulo interno del ojo, la congestión –ojos rojos– y la secreción de mucosidad clara e incolora en el ojo, y muchas veces estos síntomas se acompañan de lagrimeo”, puntualiza el especialista.
La conjuntivitis alérgica generalmente es tratada con éxito con colirios antialérgicos.
Entre las conjuntivitis alérgicas se puede mencionar la conjuntivitis vernal, que aparece entre personas jóvenes; la rinoconjuntivitis alérgica, que se acompaña de síntomas nasales, y la queratoconjuntivitis atópica, relacionada con pacientes con dermatitis atópica. La conjuntivitis puede producir úlceras corneales que al cicatrizar generarían cierta pérdida de visión o el desarrollo del queratocono, una deformación de la córnea, que adopta forma cónica, o cataratas. Es importante concurrir al oftalmólogo ante la manifestación de la enfermedad, ya que colocarse cualquier producto puede agravar el problema.
Las conjuntivitis de tipo virósicas, que suelen afectar las córneas y disminuir la agudeza visual, pueden estar acompañadas de fiebre, dolor de garganta e inflamación de ganglios. Entre los síntomas locales se encuentran la picazón en los ojos, hinchazón en los párpados, sensibilidad a la luz y sensación de dolor.
La conjuntivitis virósica es altamente contagiosa. El oftalmopediatra José María Mugica señala que esta patología se propaga de diversas formas: “por contacto directo del infectado con otra persona o en forma indirecta por toallas, sábanas, ropa. Una forma de contagio muy frecuente y poco pensada, pero muy efectiva, es la que se da por medio de gotas salivales que se expelen al hablar”. El camino natural de las lágrimas son los conductos lacrimonasales y luego, la nariz y la boca de cada persona.
Prevención
Evitar agresiones del ambiente: polvo y humo.
No compartir toallas ni maquillajes con personas infectadas.
Usar pañuelos descartables, no de tela.
Lavarse con frecuencia las manos y la cara con jabón.
Limpiar y desinfectar los lentes de contacto.
No frotarse los ojos con las manos.
Utilizar anteojos oscuros.
Evitar agresiones del ambiente: polvo y humo.
No compartir toallas ni maquillajes con personas infectadas.
Usar pañuelos descartables, no de tela.
Lavarse con frecuencia las manos y la cara con jabón.
Limpiar y desinfectar los lentes de contacto.
No frotarse los ojos con las manos.
Utilizar anteojos oscuros.
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