La agresión sin motivos esconde un golpe al futuro

La agresión sin motivos esconde un golpe al futuro

La "violencia anómica" aparece cuando hay un vacío de la ley, dijo la psicoanalista Marta Gerez Ambertín. Consideró que hay una falla en la transmisión de límites.

15 Noviembre 2006
En Tucumán, toda ficción empalidece cuando se la compara con la realidad. Lo ocurrido el sábado a la madrugada, en avenida Mate de Luna al 1.400, cuando dos adolescentes de 19 años golpearon brutalmente y sin motivo a un hombre de 57, parece un episodio de la novela “Diario de la guerra del cerdo”, de Adolfo Bioy Casares.  
Ese tipo de violencia tiene un nombre, sostiene la doctora en Psicología Marta Gerez Ambertin: se llama “violencia anómica”, y aparece cuando hay un vacío de la ley.
“No es lo mismo que la violencia revolucionaria de Oaxaca, México (allí, el reclamo de mejoras salariales de los maestros inició una revuelta social), donde se busca cambiar el estado de cosas. Esta violencia sin motivo rompe con la ley que regula el lazo social. Hay una falla en la transmisión de límites y un vacío entre las generaciones, entre las que no circulan los mitos ni las historias”, explicó Gerez Ambertin, que realizó una investigación (que será publicada por editorial Paidós) sobre violencia y sociedad.

Todos responsables
Como en “Diario de la guerra del cerdo”, la agresión contra los mayores eclosiona, dice la especialista, como una violencia sin motivo contra personas indefensas que, no es casual, representan lo que vendrá, el destino del que no se puede escapar: la vejez. “Todos somos responsables, no sólo los padres”, expresó.
“¿Acaso no es lo mismo que les pasa a los profesores que son agredidos por alumnos las universidades o en las escuelas, como hemos visto en los últimos tiempos? En esta época de capitalismo salvaje y de preocupaciones por lo superficial, la persona mayor es alguien a quien agredir porque representa el futuro. A los chicos les da asco que les muestren su futuro, quieren golpear ese futuro. No los justifico, pero ellos están tan aterrorizados como nosotros”, concluyó.