Un hombre de blanco se le apareció a una florista

Un hombre de blanco se le apareció a una florista

Varios dijeron haberlo visto escapar corriendo cuando alguien se acerca. Pocas pero llamativas historias de fantasmas. Las brujas también tienen su espacio.

EL AVIADOR. Benjamín Matienzo falleció en 1919. Sus restos también se conservan en el Cementerio del Oeste. El Estado cuida su tumba. LA GACETA / JORGE OLMOS SGROSSO EL AVIADOR. Benjamín Matienzo falleció en 1919. Sus restos también se conservan en el Cementerio del Oeste. El Estado cuida su tumba. LA GACETA / JORGE OLMOS SGROSSO
21 Julio 2006
Son pocas las historias de fantasmas que se tejen alrededor del cementerio. De todos modos, no dejan de apasionar a algunas personas. Quienes más las conocen son los floristas que están instalados frente al campo santo.
Todos coinciden en que siempre es posible ver a un grumete que recorre las tumbas y que nunca habla con nadie. Varios dijeron haberlo visto escapar corriendo cuando alguien se acerca.
Esther Brito, quien lleva 20 años vendiendo flores, contó que una tarde se encontró con un hombre muy alto que estaba completamente vestido de blanco. Cuando ella le habló, el hombre sólo la miraba y sonreía. Luego, se fue caminando lentamente. Esther está convencida de que debe haber sido un alma en pena.
Otros, como Pedro Lazarte, aseguran que si uno mira las puertas de los mausoleos, es posible ver reflejada en el vidrio la imagen de una mujer vestida de blanco que está parada junto a uno.
Las brujas también tienen su espacio dentro del imaginario de quienes pasan sus días en los alrededores del cementerio. Los floristas aseguran que en un árbol que se encuentra en la intersección de Asunción y Mendoza, una mujer les grita cosas a quienes recorren el cementerio.