Los duros mensajes del Presidente pueden afectar los intereses de la Argentina

Los duros mensajes del Presidente pueden afectar los intereses de la Argentina

Los analistas consideran que la cumbre de Mar del Plata desnudó que el discurso agresivo dejó cicatrices en las relaciones externas.

13 Noviembre 2005
Ser a o no ser, esa es la cuestión. Cumbre o contracumbre de las Américas. Opositores o aliados a la transversalidad. PJ o el despegue definitivo del Frente para la Victoria. Como aquel dilema del Hamlet de Shakespeare, el presidente Néstor Kirchner enfrenta tanto las cuestiones domésticas como las internacionales con un discurso agresivo y hasta con algunos gestos de sobreactuación.
A nivel nacional, el triunfo electoral del 23 de octubre le permitió al jefe de Estado consolidar su gestión y orientar la construcción de su proyecto político de cara a 2007. Sin embargo, en el plano externo, aquel discurso duro de Kirchner no le cayó bien al presidente de EE UU, George W. Bush, y hasta generó cortocircuitos en la relación diplomática con su par mexicano, Vicente Fox. Distintos analistas políticos consultados por LA GACETA coincidieron en afirmar que los mensajes agresivos del Presidente, sobre distintos temas que hacen al desarrollo del país, pueden afectar, en el mediano y largo plazo, los intereses de la Argentina.
Tomando el ejemplo de la actuación presidencial en la Cumbre de las Américas de Mar del Plata, el analista Carlos Germano considera que quedó la sensación de que la obra fue buena, pero que el actor anfitrión sobreactuó. "A la gente le puede servir la imagen de un presidente que nos defiende como un gran padre, pero aquella sobreactuación puede resultar perjudicial para los intereses futuros del país". Germano comparó a Kirchner con su par de Brasil, Inácio Lula da Silva. "La postura comercial (sobre el ALCA) fue similar a la nuestra; recibió a Bush en una relación supercordial y acá quedó la sensación de que la delegación norteamericana se fue del país muy molesta con el anfitrión", observó. "Más allá del aval popular del 23 de octubre, en las relaciones internacionales un presidente no se puede manejar como lo hace en la política doméstica", consideró.
Según Sergio Berensztein, docente de la Universidad Torcuato Di Tella, la constante confrontación, y un discurso claro y agresivo, que no responde a ninguno de los códigos razonables de política exterior y doméstica, son sellos distintivos del estilo K. Al igual que Germano, considera que esa conducta puede dañar a la Nación, porque puede dar la sensación de que la Argentina es un país pendenciero, cerrado e ignorante de las reglas internacionales.
En el plano político nacional, el docente puntualizó que, tras el triunfo electoral de octubre, Kirchner afianzó una estrategia de aceleración de captar a políticos de otras fuerzas, para ampliar su base de sustentación. "Se asimila al de un proyecto hegemónico como el de Perón o el de Menem, ocupando el centro de la escena política y asfixiando a la oposición; comprando figuras del radicalismo; tentando al socialista Hermes Binner, a Eduardo Lorenzo (Borocotó) y a buena parte del duhaldismo residual", indicó.
Berensztein evaluó que la estrategia K de consolidación del poder podría vislumbrar también una sensación de debilidad, "porque el apoyo recibido en las urnas es distante de la pretensión original del plebiscito -un 45%-".
El decano de la Facultad de Ciencias de la Educación y de la Comunicación de la USAL, Gustavo Martínez Pandiani, cree que Kirchner ganó la contienda electoral porque antes logró imponerse en la batalla discursiva. "Después de la crisis de fines de 2001, el Presidente entendió, mejor que nadie, que la dialéctica entre lo viejo y lo nuevo ha calado hondo entre los argentinos", manifestó.
Más allá de la característica del discurso, Kirchner debe continuar con el proceso de transformación del país. Así lo entiende el consultor Ricardo Rouvier. "Lograr subordinar lo viejo a lo nuevo (en la política) y disminuir la desigualdad social son los grandes desafíos políticos de la actual gestión", señaló.