La parte del león

El dinero marca el límite en toda relación política. No importa si es del mismo signo político, si es aliado, si es dialoguista o si es opositor. La parte del león no se toca; ni en esta gestión, ni en las anteriores. Las transferencias de recursos siempre han sido un motivo de disputa en la relación Nación-provincias. Con la motosierra encendida, nada hacía prever que durante el mandato de Javier Milei las cosas iban a ser distintas que cuando estuvieron los Kirchner, Mauricio Macri o Alberto Fernández en el poder. Claro que siempre existen matices. Durante gran parte de su mandato, José Alperovich siempre estuvo al calor de la Casa Rosada; algo similar ocurrió con Juan Manzur en tiempos de Alberto, más que durante el macrismo. Osvaldo Jaldo encontró en el ajuste la carta de presentación para ingresar al exclusivo club del libertario. Las restricciones en el gasto público le sirvieron al tucumano para que, desde fines de octubre de 2023 hasta nuestros días, le diera cierta autonomía para evitar los shocks.

Claro que el tranqueño está encolumnado con sus pares de otros distritos en la cruzada por recuperar fondos que fueron discrecionales y que La Libertad Avanza cortó de cuajo cuando llegó al poder en diciembre de 2023: los Aportes del Tesoro Nacional (ATN). No hay favoritismo tampoco en la distribución de recursos discrecionales. Esos aportes se constituyen con el 1% de la masa bruta de coparticipación pero, a lo largo de los últimos años, las distintas gestiones fueron utilizándolos no tanto para emergencia, sino más bien para consolidar relaciones y alianzas políticas. Los remanentes del fondo ATN sin ejecutar para el período 2017-2024, medidos a precios constantes de mayo pasado, alcanzan los $ 4,3 billones, calcula Politikon Chaco. Ahora bien, si se consideran solamente los remanentes durante la actual gestión de gobierno, totalizan $ 1,2 billones a precios actuales: $ 0,9 billones de 2024 y $ 0,3 billones del parcial 2025. Esto equivale al 30% de un mes promedio de transferencias automáticas del período 2024-2025, detalla la consultora.

Entre 2017 y 2023, todas las jurisdicciones recibieron ATN por lo menos en uno de los años de ese período. La provincia de Buenos Aires (15,5% del total), Santa Fe (8,7%) y Córdoba (7,9%) fueron las provincias que más fondos captaron por este mecanismo, seguidos de cerca por Chaco (5,3%) y Tucumán (5%), subraya Politikon. En el extremo opuesto, Neuquén (2,2%), Tierra del Fuego (1,4%) y Ciudad Autónoma de Buenos Aires (0,2%) fueron los que menos recibieron sobre el total distribuido en ese período.

La obra pública quedó herida a lo largo y a lo ancho del país. Desde la campaña electoral Milei viene diciendo que no comulga con los trabajos financiados con dineros del Estado. Y hoy los mandatarios pretenden que la Nación redistribuya lo producido por el impuesto al Combustible para reactivar esos programas de obras. Uno de los funcionarios nacionales, que este lunes asistió a la cumbre de gobernadores en el Consejo Federal de Inversiones (CFI), ha sido más que gráfico para dibujar lo que piensa el Gobierno de Milei: “podrían ser solidarios entre ustedes para que los que están mejor ayuden a los que no están bien”. Las caras de los presentes fue ron más adustas que cuando llegaron. Las asimetrías entre regiones de la Argentina siguen tan firme como siempre. La reparación histórica es un eslogan de campaña que se transmite de gestión en gestión.

¿Cómo pueden hacer provincias como Tucumán, Santiago del Estero, Chaco o Formosa para competir, por ejemplo, en un esquema de superIVA, con distritos patagónicos que cuentan con regalías? Más asimétrica es la situación respecto de la zona núcleo del país, donde está el centro de la economía, que se alimenta a base de soja y a cosecha gruesa. Eso sí, el consumo ha caído, de manera pareja, en todo el país. De allí las dificultades en la recaudación que se sienten en las transferencias coparticipables, eje de todos los males presentes en las cuentas públicas provinciales. Jaldo ha sido más que claro en la previa. “No va a poder gobernar si no incluye a las provincias”, había manifestado antes de la cumbre. Al tucumano se le encendieron varias luces de alerta porque, como dijo, “con la macro no es suficiente”. Scania, Topper Argentina y ahora Papelera Tucumán dan cuenta de ello, con problemas de producción, por baja de consumo, con inconvenientes para sostener los horarios laborales por los altos costos. El shock puede ser financiero, pero no en la economía real. Entre los gobernadores queda la sensación de que Milei tiene un programa macroeconómico, pero no de desarrollo armónico del país. Las asimetrías son tan elevadas como los costos de flete para llevar la producción de economías regionales a los puertos de Buenos Aires.

Recursos

Tucumán ha podido sortear, hasta ahora, las fluctuaciones en materia de recursos, que también se perciben en la baja de Ingresos Brutos, con el fondo anticíclico creado con el ahorro y que, al cierre del año pasado, rozó los $ 290.000 millones, el equivalente a dos planillas salariales. Hoy se ubicaría en torno a los $ 120.000 millones (el valor de un mes de salarios netos de los estatales), que no sólo sirven para atender las readecuaciones salariales, sino para sostener el resto de los servicios esenciales del Estado. Las proyecciones financieras indican que no habría grandes contratiempos para cubrir todas las obligaciones financieras, en la medida que se recupere el consumo y el Gobierno nacional compense el menor envío de partidas coparticipables. El ministro de Economía, Daniel Abad, dice que, como el resto de las jurisdicciones subnacionales, el monitoreo de las cuentas es mes a mes, día por día. Para sacarle presión al fondo anticíclico, el Poder Ejecutivo apeló al financiamiento privado. Mediante decreto, se solicitó al agente financiero de la Provincia un crédito, con nueve meses de gracia, por $ 80.000 millones y en dos tramos, con el que se avanzará en la ejecución de 32 obras consideradas prioritarias. La gestión para obtener el aval federal ha sido prolongada. En el Palacio de Hacienda quieren evitar que las provincias vuelvan a endeudarse y que, de esa manera, se ponga en peligro la política del déficit cero. Abad exhibió el comportamiento fiscal de Tucumán y la desafectación de la principal garantía a la hora de tramitar un préstamo: los fondos de coparticipación federal de impuestos.

Más allá de los esfuerzos fiscales, Jaldo siente que tiene que llevar un matafuegos de manera permanente, aunque ha decisiones que no dependen de la Provincia, particularmente cuando se trata de afectación al sector privado. La situación es similar a la de sus pares de otros distritos. La diferencia está en el trato. El dialoguismo es para él una de las principales llaves para abrir la puerta de la Casa Rosada. Independientemente de las gestiones colectivas por más fondos, el gobernador tucumano está convencido que deberá peregrinar por los pasillos del histórico edificio de Balcarce 50. Más allá de las diferencias ideológicas. Más allá del año electoral. A Jaldo le quedan poco más de dos años de mandato, independientemente del resultado del domingo 26 de octubre. El triunfo le implicará fortaleza; la derrota en las urnas, predispondrá al oficialismo local a un traumático derrotero hacia 2027. En el medio, el tucumano necesita sacar una tajada a la parte del león, mientras espera el derrame de la macro en la microeconomía.

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