Boca se juega el todo esta tarde en el Mundial de Clubes. Con apenas un punto en su haber y una diferencia de gol desfavorable, el conjunto argentino está obligado a golear a Auckland City y esperar una mano del Bayern Múnich ante Benfica, si quiere seguir soñando con los octavos de final.
El panorama es complicado. El Grupo C lo lidera el Bayern con 6 puntos y una diferencia de +11, seguido por Benfica con 4 puntos (+6) y recién después aparece Boca, con apenas 1 punto y -1 de diferencia. Para avanzar, no solo necesita un triunfo abultado, sino también que los alemanes cumplan con su parte y derroten a los portugueses.
¿Qué necesita Boca para clasificar?
La ecuación es clara: Boca debe ganar por al menos seis goles de diferencia y esperar que Benfica pierda ante Bayern. Pero incluso eso puede no alcanzar. En caso de igualdad en puntos y diferencia de gol, la FIFA recurre a criterios de desempate como el fair play, donde Boca lleva las de perder debido a su saldo de tarjetas rojas.
Estos son los posibles escenarios que podrían clasificar al “Xeneize”:
Gana por 7 goles y Benfica pierde: clasifica Boca.
Gana 6-0 y Benfica pierde por la mínima o no convierte: pasa Boca.
Gana por 5 goles, superando en 6 los tantos marcados por Benfica: clasifica Boca.
Gana por 5 y Benfica es goleado: Boca avanza.
Gana por 4 goles, marcando 6 más que Benfica: sigue Boca.
Gana por 3 y Benfica cae por 5 o más: pasa Boca.
Gana por 2 y Benfica pierde por más de 6: Boca adentro.
Gana por 1 y Benfica cae por 7 goles: Boca a octavos.
El fair play, posible juez final
Si ambos equipos igualan en puntos, diferencia de gol y tantos a favor, se tomará en cuenta el comportamiento disciplinario. En el único duelo entre ambos, el empate no solo fue en el marcador: ambos equipos vieron dos amarillas, pero Boca terminó con dos rojas frente a una de Benfica. Esa diferencia podría ser determinante en el cierre del grupo.
El desafío para Boca no es menor. Aunque el margen es estrecho, las matemáticas aún le dan una mínima esperanza. Todo se definirá en una jornada decisiva, donde los goles y la disciplina podrían escribir el desenlace.