
El Senado de la Nación volverá a abrir las puertas de su recinto para que el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, concurra el jueves a brindar su informe sobre la marcha del Gobierno. En este escenario, una de las figuras clave de la gestión libertaria quedará expuesta a las críticas de una agitada bancada kirchnerista tras la confirmación de la condena y la detención domiciliaria de Cristina Fernández de Kirchner por la causa Vialidad.
La visita de Francos será la primera en lo que va del año. Sí estuvo en el recinto de la Cámara de Diputados dos veces en abril: una para el informe de gestión y otra para dar la versión del Gobierno nacional sobre el Caso $Libra.
Si bien la relación entre la presidenta del Senado y Casa Rosada está prácticamente rota, será la primera visita del jefe de los ministros del Ejecutivo tras lo ocurrido en el Tedeum el pasado 25 de mayo cuando el presidente de la Nación, Javier Milei, pasó caminando por delante de Victoria Villarruel sin extenderle la mano ni saludarla.
El recinto del Senado no se abre desde el 7 de mayo, cuando fracasó el proyecto de ley de ficha limpia al no alcanzar la mayoría constitucional de 37 votos que requería la iniciativa para su sanción.
A raíz de la convocatoria, la Secretaría Parlamentaria activó hace un mes el protocolo habitual de cara a la concreción de una sesión informativa del jefe de Gabinete, habilitando la recepción de preguntas por parte de los senadores y su posterior traslado para que sean respondidas por escrito antes de que el funcionario se presente en el recinto de la Cámara alta. Todo el proceso contó con el visto bueno de Francos.
Discusión pospuesta
La sesión informativa, convocada para las 11, se sobrepone al debate por la ampliación de la Corte Suprema de Justicia que tenía la convocatoria del plenario de comisiones a la misma hora. Entre los proyectos hay uno del senador salteño Juan Carlos Romero, aliado de La Libertad Avanza (LLA).
A partir de la presentación de Francos, la reunión quedaría suspendida, logrando el cometido del Gobierno de dilatar la convocatoria a las comisiones en donde había acuerdo entre peronistas y aliados habituales del oficialismo.
Los proyectos de reforma del máximo tribunal incluyen tres líneas de acción: ampliación de miembros de la Corte (Romero pidió pasarla de cinco jueces a siete, Mónica Silva propuso aumentarla a nueve, Silvia Sapag planteó llevarlo a 15); paridad de género (Crexell, Giménez, Silva, Fama, Vigo y Sapag); y distribución de los magistrados en cinco regiones federales, que no puedan tener más de dos representantes cada una (Silva). Actualmente, solo tres jueces componen el máximo tribunal del Justicia del país: Horacio Rosatti, Ricardo Lorenzetti y Carlos Rosenkrantz.
Solicitud aliada
Un bloque dialoguista y aliado a la administración libertaria le pidió a la vicepresidenta habilitar el recinto para sesionar la semana que viene.
La solicitud del bloque Provincias Unidas incluye una batería de proyectos de distintos bloques, incluidos el Frente de Todos (FdT) y La Libertad Avanza (LLA).
Detrás de esta solicitud sobrevuelan cuestiones electorales y la incertidumbre por temas postergados como la integración de la Auditoría General de la Nación (AGN) y una potencial ampliación de la integración de la Corte Suprema de Justicia. Un dato no menor para el Gobierno es que la apertura del recinto le daría pie al kirchnerismo para requerir la habilitación sobre tablas de iniciativas delicadas para el Gobierno, como la mejora en jubilaciones, la emergencia en discapacidad y la reactivación de la moratoria previsional, que ya fueron aprobadas por Diputados.