La guerra por la que nada se hace para evitarla

La guerra por la que nada se hace para evitarla

23 Junio 2025

Carlos Duguech

Analista internacional

Por Juan Bautista Alberdi, de su obra “El crimen de la guerra: “Todo estado que no puede dar diez pruebas auténticas de diez tentativas hechas para prevenir una guerra, como el último medio de hacer respetar su derecho, debe ser responsable del crimen de la guerra ante la opinión del mundo civilizado, si quiere figurar en él como pueblo honesto y respetable”. Desde hace algunos meses se menciona y con creciente frecuencia por la multiplicidad de medios -de los que disponen la prensa y las mismas redes sociales- un eslogan condensado en cinco letras mayúsculas: IIIGM. Casi como una premonición, asaz pesimista, o la expresión del modo claudicante de la humanidad que aparenta ya no reparar en las cicatrices marcadas por experiencias anteriores de las dos guerras mundiales. Tanto y tanto se preanuncia la “Tercera Guerra Mundial” que, sostener que se está al borde de que ello ocurra, no suena como tan aventurado. Y se muestra como si ello fuese sólo una percepción “documentada” del futuro inmediato de la Humanidad. Y resultado, a la vez, de una muy fundada valoración de la actualidad mundial.

Hacen falta, al decir alberdiano transcripto en cabeza de esta columna, de esa decena de “tentativas hechas para prevenir una guerra”. No las hubo. Todo el discurso se evidencia encerrado en mensajes amenazadores, entre unos y otros. Sí, diagramaron el triángulo de la muerte en una asociación no escrita pero que inficiona el cuadro regional Irán-Israel. Y con el peor de los virus: el de la guerra, con su mochila de muerte, desarraigos, destrucción y otras calamidades sobre sus poblaciones.

La estrategia de Trump

Se ocupó de que toda la prensa recogiera sus palabras, expresión típica del cinismo político del “dueño” de la Casa Blanca. Utiliza la prensa para sus disparos de fogueo sabiendo que en minutos el mundo estará al tanto de sus pensamientos y decisiones. El 18 de junio último, tajantemente, les respondió a los periodistas sobre la idea de bombardear a Irán: ¿Cuándo? “En las próximas dos semanas decidiré”. En la tarde del sábado 21 lo de las “dos semanas” fue una cachetada a los “insolentes” periodistas preguntones. Fueron tres los sitios de supuestos e identificados lugares “nucleares” en Irán bombardeados con bombas perforadoras que le dieron amplia satisfacción al presidente Trump. Completó el triángulo con Israel e Irán. El mismísimo Trump que desintegró abruptamente en 2018 el elaborado trabajo con Rusia, China, Reino Unido y Francia más Alemania iniciado en 2015 y con Irán para controlar su equipamiento nuclear sólo para fines pacíficos. Netanyahu, travieso, lo convenció de que rompiera el “sexteto” y Trump lo hizo y reanudo los embargos de EE.UU a Irán. Traicionó a los otros cinco países y al mismo Irán, que ya suelto de responsabilidades de un tratado así traicionado por EE.UU., emprendió su plan nuclear liberado. Lo explicitamos en columnas anteriores: quien abatió un programa de control nuclear con Irán en 2018, siete años después le obliga “manu militari” a cumplir un acuerdo que el mismísimo Trump quebró. En suma, un desequilibrio en la políticas exterior más ligado a la percepción personalísima del propio Trump respecto de la realidad y sus avatares que de elaborada y ajustada planificación de los EE.UU.

Conociendo a Trump

Todo lo que sobre él se ha dicho y se sigue diciendo, desde diversos lugares (la prensa e instituciones varias, incluso médico-científicas) no arriman suficiente calificación sobre la personalidad del presidente de “USA”. El propio Trump se esmeró en preconizar sobre sí mismo con una declaración pública que recogió la prensa. El 4 de febrero último expuso ante periodistas un “plan” ligado a la posibilidad de ser asesinado. Todo ello en conexión con los atentados ya sufridos desde que era candidato en plena campaña presidencial. Si Irán procuraba su asesinato, manifestó que él ya había dejado instrucciones expresas para ese caso. Lo expresó en el Despacho Oval de la Casa Blanca en declaraciones a la prensa. “He dejado instrucciones (pos mortem): si lo hacen, serán aniquilados, no quedará nada”, sus resonantes palabras. El 09/03/25 titulábamos en este espacio; Trump: “Le monde c’est moi” - El “Luis XIV” de EEUU. Se veía venir un desmesurado egocentrismo que le impide advertir en sus determinaciones los errores y sus consecuencias. A la vez que se agigantaba su “Yo, casi con la anuencia temerosa de quienes podían contenerlo con sus advertencias, sin hacerlo. Hoy, más que nunca antes, con el bombardeo a Irán “la olla se destapó”. Tenebroso panorama desde “el centro de Occidente” hacia el Medio Oriente. Claro, se despertaron las fulguraciones espontáneas del primer ministro Netanyahu complacido por el accionar de los EE.UU., colaborando como tercero generoso en su guerra contra Irán lanzada el 13 de junio último. Guerra con objetivo (destruir instalaciones nucleares iraníes) desde un país, Israel, con armas nucleares (que no suscribió el TNP, Tratado de No proliferación Nuclear) a un país “en vías de lograr armas nucleares”. Esto, aunque Irán lo niegue repetidamente. Un país que sí firmó el TNP. Paradójico, por lo menos. Pero en vías de bajarse de ese TNP.

El “Pentagono” habla

Era de esperar. El “Martillo de medianoche” denominación del plan de Trump de bombardeo en Irán, según los responsables del Pentágono, dijeron desde Washington que la operación de bombardeo “devastó el programa nuclear iraní”.

Y, ¿ahora qué? Tener en cuenta la prevista reacción de los iraníes. El ministro de Exteriores Abbas Araghchi de Irán había advertido, ante las amenazas de Trump, que si los EE.UU. intervenían en la guerra entre Israel e Irán sería algo “muy, muy peligroso” para todos. Por su parte el líder religioso con gran predicamento en su país, el ayatolá Al Jameneí, expresó que habría un “daño irreparable” para el atacante si Estados Unidos intervenía en el conflicto.

La reacción (bélica) que puede desarrollar Irán en contra de EE.UU como represalia es probable que no se oriente hacia un blanco en el territorio americano sino a las cercanas bases de los norteamericanos en Emiratos Árabes Unidos, Qatar, Baréin o Kuwait

¿Y China? ¿Y Rusia?

Seguramente no imaginaron que Trump dispusiera involucrarse en la guerra Israel-Irán como lo hizo. Un paso de altísimo riesgo que echa brasas al fuego. Rusia, tan involucrada en la guerra con Ucrania, tiene mermadas por ello sus capacidades de expandirse militarmente en apoyo de aliados circunstanciales de larga data. Lo de EE.UU-Irán inquieta a Putin, seguramente, que con sus manos atadas en su gestión bélica deberá imaginar otros rubros por donde canalizar su adhesión a Irán en esta etapa. Por el lado de China, este gigante que asombra al mundo ha dado muestras de una serenidad y apego al derecho internacional que satisface. Lo actuado por los Estados Unidos, manifiestan desde el gobierno chino, transgrede violentamente la Carta de la ONU y el derecho internacional, a la vez que ha profundizado las tensiones en Medio Oriente. China convoca a las partes, particularmente a Israel, para un pronto alto el fuego a la vez que garantizar la seguridad de los civiles y entablar un diálogo necesario. China se manifestó dispuesta a trabajar por la paz y la estabilidad en Medio Oriente. Oportunas y cuidadas palabras.

La OIEA y su director

· Las “esquirlas” del bombardeo de Trump en Irán llegaron hasta el director general del Organismo Internacional de Energía Atómica con sede en Viena, el argentino Rafael Mariano Grossi. Fue amenazado desde el gobierno iraní en redes sociales. “Una vez que termine la guerra, nos ocuparemos de Grossi”, publicó en sus redes sociales el asesor del ayatolá y líder supremo persa Ali Khamenei. Grossi había informado en su calidad de director general de OIEA las comprobaciones y potencialidades de la capacidad de Irán de evolucionar hacia lo nuclear bélico. Molestaron sus apreciaciones técnicas a la cúpula iraní. De allí las amenazas. El gobierno argentino no ejecuta con prudencia, en un tiempo que se exige esa conducta al máximo. Una posición que sí valoran Putin y Xi Jinping, con la percepción del contexto internacional.

· Para el cierre: Ni los EE.UU., ni Israel, ni Irán, firmaron el TPAN (Tratado de Prohibición de Armas Nucleares). Tampoco Argentina.

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