
Institución destacada: los “proyectos” son la clave
“Esta escuela es increíble, los profesores tienen una gran enseñanza. Nunca me imaginé que íbamos a estar entre las mejores del mundo”. Nahuel Freiras tiene 15 años, está en cuarto año y no duda cuando le preguntan qué siente. Como él, son muchos los estudiantes de la Escuela Secundaria Gobernador Juan B. Piedrabuena, en el departamento Burruyacu, que se enteraron esta semana de que su institución fue seleccionada entre las 10 mejores del mundo por el World’s Best School Prizes, en la categoría “Colaboración con la comunidad”. Los chicos todavía están procesando la noticia. “Me enteré por la tele. Es como que de pronto el mundo se entera de lo que hacemos acá todos los días”, cuenta Gonzalo Sánchez, que vive en Arenales, a unos siete kilómetros de la escuela. Para todos, la escuela no es solo un lugar de estudio: es también un espacio de creación. “Está llena de proyectos”, aseguran. Ahora están participando del diseño de un “árbol líquido”, una estructura que busca regenerar el aire a través del cultivo de microalgas acuáticas. “Trabajamos con cianobacterias. Usamos biología, física, matemática, salud ¡todo se combina!”. Cada curso desarrolla iniciativas que cruzan materias. Mía Sarabia, que desde primer año forma parte del proyecto de la radio escolar, también se emociona. “Soy locutora y manejo la musicalización”, dice con entusiasmo. A ella le gustaría estudiar idiomas. Nahuel, que sueña con ser arquitecto, oficial de policía o contador, también valora el trabajo colectivo. Alvaro Iramain, que cursó parte de su formación en Buenos Aires, compara las experiencias: “Allá estaba dividido por áreas. Acá hacemos todo juntos. Cursamos desde las 13 hasta las 18.40, merendamos en la escuela y nos organizamos para que ningún estudiante quede afuera”.
Orgullo tucumano: ¿cómo es por dentro?
Entre las calles de tierra de Piedrabuena, a 75 kilómetros de la ciudad de San Miguel de Tucumán, la escuela media Gobernador Juan Bautista Piedrabuena se destaca en el paisaje rural. No hay grandes estructuras ni instalaciones pero en cada rincón se respira una construcción colectiva. Ayer, esa voz fue escuchada por el mundo. La institución fue seleccionada entre las diez mejores del mundo en la categoría “Colaboración con la Comunidad”, en los prestigiosos World’s Best School Prizes 2025, un certamen internacional que distingue a instituciones educativas por su impacto transformador y su compromiso con sus comunidades. La noticia llegó como un estallido en la madrugada: a las tres de la mañana, el teléfono de la directora Nancy Gómez empezó a sonar sin parar. “Cuando vi que habíamos quedado seleccionados no lo podía creer”, cuenta con la emoción aún en su voz. Nancy dirige la escuela desde hace 14 años. Fue ella quien, junto con su equipo, se animó a llenar el formulario en inglés, sin saber en qué consistía la postulación. “Nunca pensamos en premios ni en plata. Solo en mostrar lo que hacemos. Este reconocimiento es un mimo para la docencia tucumana y para la educación pública”, reflexiona.
Aprender con las manos
A simple vista, la escuela parece una más. Seis aulas, 182 alumnos, 34 profesores, una secretaria, dos preceptoras, un asesor pedagógico y una directora. Pero basta con atravesar el umbral para entender que se respira otra lógica. “Siempre creí que una escuela debe hablar por sí misma. Que el visitante pueda leerla al ingresar”, dice Nancy. Y eso ocurre: los pasillos están vivos. Cada objeto, cada cartel, cada estructura es fruto de un proyecto pedagógico que nace en el aula. La modalidad de trabajo por proyectos cambió todo. Le dio cuerpo a una comunidad educativa que se involucra en temas sociales, científicos, artísticos y humanos. Así nació una estación de radio FM Piedra Libre 88.7, cortos bilingües filmados en el pueblo, un museo de árboles, un lago artificial con sistema de aquaponía y hasta un monumento a Malvinas construido con material reciclado.
Comunidad
Lo que distingue a esta escuela no son solo sus producciones, sino su capacidad para integrar. No hay celulares en las manos. “Los egresados vuelven a visitar sus trabajos. Se emocionan al ver que su paso dejó huella”, cuenta Nancy. Lejos de los debates sobre inteligencia artificial esta escuela propone otra revolución. “Queremos educar con sentido. Mostrarles que tienen algo valioso para aportar. Que aunque vivan lejos, el mundo puede verlos”.
Trabajo en equipo: todos quieren dejar una huella
Saben que este es su último año en la escuela que los vio crecer desde el primer año del secundario. Y por eso quieren dejar algoque hable de ellos cuando ya no estén en las aulas. “Queremos dejar una huella”, dicen. Son 26 estudiantes de sexto año de la Escuela media Gobernador Juan Bautista Piedrabuena, en Burruyacu. Y lo están haciendo: acaban de terminar la remodelación de un quincho escolar, un proyecto colectivo que comenzó hace pocas semanas. “Surgió desde la materia ‘Proyecto’. El profe nos pidió que pensemos en algo que resuelva una necesidad. Y se nos ocurrió recuperar este quincho, que estaba muy deteriorado; nos llevó un mes”, explica Luca Contreras, uno de los alumnos. No fue fácil. Desarmaron el techo, agrandaron la estructura, limpiaron, buscaron materiales. “A mi grupo nos tocó separar los pastos y hacer el techado”, cuenta Agostina Montenegro, con orgullo. El frío y el viento fueron parte del proceso. Abigail Montenegro recuerda: “Fuimos al fondo de la escuela y conseguimos quebracho blanco”. Lautaro Salvatierra, otro de los alumnos, lo resume con emoción: “Nos conocemos desde hace seis años. Por eso queremos que algo quede cuando nos vayamos”. Además, muchos de ellos ya proyectan su futuro: hay quienes quieren estudiar medicina, veterinaria, educación física. Algunos tienen becas otorgadas, otros están en proceso de averiguar opciones. “No todos sabemos bien qué hacer. Lo importante es que esta escuela nos dio herramientas para elegir”, dicen. Cuando se enteraron de que su escuela había sido seleccionada entre las 10 mejores del mundo por su trabajo comunitario, no lo podían creer. “Lo vimos en el grupo de la escuela. Todos estaban felices. Nuestros padres también. Muchos de ellos estudiaron acá y nos contaban que siempre fue una escuela linda, con proyectos”, relatan los chicos.
“Representa el trabajo de miles de docentes en Tucumán”
La noticia llegó en plena madrugada y despertó al pueblo entero. La Escuela Media Gobernador Juan Bautista Piedrabuena, ubicada en el norte del departamento Burruyacu fue seleccionada entre las 10 mejores del mundo por su trabajo comunitario y educativo. El reconocimiento internacional no solo conmovió a la comunidad escolar, sino que también fue celebrado por autoridades provinciales y comunales.
La ministra de Educación de Tucumán, Susana Montaldo, expresó su emoción ante la noticia. “Me siento emocionada y feliz porque esto que logró la escuela representa a muchas escuelas, docentes, directivos y supervisores que día a día trabajan para mejorar la calidad educativa de nuestros chicos”, afirmó en diálogo con LG Play. La funcionaria también explicó que la propuesta que impulsa Piedrabuena no es un caso aislado. “Tenemos más de 100 escuelas con Unicef trabajando en proyectos multidisciplinarios en el secundario, así que cada vez esto se extenderá más”, señaló. Montaldo subrayó que este es un hito sin precedentes para la provincia. “No hay antecedentes de una distinción de este tipo. Es la primera vez que una escuela de Tucumán es reconocida a este nivel”.
Orgullo local
Desde Piedrabuena, Lautaro Apestey, comisionado comunal, vivió la noticia con la misma emoción que los vecinos. “Estoy feliz. Poder ayudar a esta institución es un honor enorme. Desde temprano el pueblo está conmovido, hay una revolución de alegría”, contó. “Esta escuela no solo es orgullo de la comuna, sino también de todas las localidades cercanas, porque los chicos vienen desde Talaposo, Santa Rosa, La Soledad, Villa Dolores, La Tuna, El Once, Villa María y encuentran acá una educación que los forma, los contiene y les da herramientas”.
Apestey, que transita su primera gestión al frente de la comuna, destacó la relación fluida con la directora Nancy Gómez. “Conocíamos el proyecto y sabíamos que estaban entre las 50 mejores. Pero esto superó todas las expectativas”, dijo.
Voces: “Todo lo hicimos nosotros”
Luis Alfredo Pavón, Luis Alexander Pavón, Thiago Sierra y Emir Quiroga tienen entre 13 y 14 años y son parte de un equipo de siete alumnos de segundo año que, desde hace dos semanas, construyen un tractor para macetas en la materia Física. “Todo está hecho por nosotros”, cuentan con orgullo. El proyecto se complementa con un carrito. “Nos gusta mucho esta materia. Ahora trabajamos en un tren de madera y en molinos de agua con educación tecnológica”, explican. Aunque algunos viven en Piedrabuena y otros en localidades cercanas como Villa María, todos coinciden en algo: les encanta ir a la escuela. “Nos felicitaron por estar acá. Siempre hay algo nuevo que hacer”.