La condena a Cristina Fernández de Kirchner reconfiguró el panorama político y social en Argentina. Según Leandro Bruni, politólogo, sociólogo y docente de la UBA, la confirmación de los seis años de prisión y la inhabilitación para ejercer cargos públicos tuvo un efecto inesperado: mejoró la imagen de la ex presidenta, atrajo a peronistas desilusionados y podría redefinir el liderazgo dentro del peronismo, especialmente en la provincia de Buenos Aires. Además, enfatizó que, a pesar de su condena, la líder del Partido Justicialista sigue acaparando la atención nacional, una cualidad que pocos políticos argentinos poseen.
En opinión de Bruni, el escenario de polarización y la capacidad de ciertos líderes para movilizar a sus bases más fieles, incluso en contextos adversos, plantea interrogantes sobre la resiliencia de los sistemas democráticos y la forma en que los ciudadanos interactúan con la política. La condena a Fernández de Kirchner, lejos de ser un punto final, parece haber abierto un nuevo capítulo en la dinámica política argentina, donde la atención y la emocionalidad de los votantes se erigen como factores determinantes en la construcción de poder y en la definición de las futuras contiendas electorales.
Capital político
“La política compite por tu atención. A pesar de que los ciudadanos eligen no conectar y eluden la política, Cristina tiene ese capital, ella capta la atención. Lo que ella diga o lo que ella haga, a la gente le interesa escuchar, pero esto no quiere decir que la amen”, explicó Bruni. El especialista añadió que las encuestas revelaron un aumento de hasta el 10% en la percepción positiva de Cristina Kirchner tras conocerse su condena. “CFK siempre tuvo un conjunto de electores que la votaría siempre -el llamado piso electoral- de alrededor del 30%. Ahora, con la condena, ese piso se corrió y roza el 40%. Sin importar el contexto, esta gente la votaría porque tienen un recuerdo positivo de su gestión, siguen teniendo la idea de que con ella se vivía mejor, y ante la ausencia de otra oferta electoral dicen ‘es Cristina’”.
Sin embargo, advirtió que el kirchnerismo, con la ex presidenta a la cabeza, sigue enfrentando una alta imagen negativa. “Desde hace unos años, ese rechazo ronda el 60% del padrón electoral. El votante dice ‘no me importa con quién compita, yo nunca la votaría’. Eso en términos electorales es muy difícil porque quiere decir que en tu mejor escenario, vas a alcanzar solamente el 40% y será difícil ganar un balotaje”, señaló.
Respecto del oficialismo, el politólogo indicó que las encuestas recientes también muestran una mejora en la imagen del presidente, Javier Milei. “La imagen de Milei viene fuerte, necesitaba a alguien con quien confrontar en este año electoral y Cristina estaba ahí. Ahora se quedó sin compañera de baile electoralmente hablando”, observó. Seguidamente, manifestó que a pesar de no poder ser candidata, Cristina Kirchner, desde su domicilio donde cumplirá la condena, se mantendrá políticamente activa, delineando estrategias y analizando el peronismo.
Nuevo liderazgo
Sobre el futuro del peronismo y los posibles candidatos para las elecciones de octubre y las presidenciales de 2027, Bruni afirmó que “se está jugando un nuevo liderazgo y hay una tendencia general -vista esta última semana- que indica pocas probabilidades de que las discusiones que se dan en cada provincia o municipio puedan nacionalizarse”.
En otras líneas, el experto subrayó que no todos los políticos suscitan las mismas emociones y la misma intensidad. “Cristina, sin dudas, es una persona que suscita emociones a todos, pero no es que te gusta un poquito, la odias o la amás. Es extremo de emociones”, comentó. Como consecuencia, Bruni anticipó que la condena será interpretada de distintas maneras en cada municipio y provincia, influyendo en los candidatos y problemáticas locales, y que “muchos espacios kirchneristas en sus jurisdicciones se van a ver beneficiados con esto”.
En cuanto al posicionamiento electoral de La Libertad Avanza, el politólogo anticipó que las políticas económicas del Gobierno nacional favorecerán a Milei, convirtiéndolo en el “dueño general” de las elecciones de octubre. No obstante, aclaró que esto no garantiza un triunfo en 2027, dado que “la Argentina es muy cambiante”.
Minorías intensas
Para concluir, el politólogo enfatizó que la clave del futuro político reside en las minorías. “Para mí, la política, sobre todo en términos electorales, no tiene que ver más con mayorías, sino con minorías intensas. Yo lo que miro es cuán intensas se vuelven estas minorías, cuán intenso se vuelve el núcleo duro de Milei y de Cristina. Porque, por ejemplo, en el Pro el núcleo duro no se volvió intenso, se diluyó, se atomizó. Entonces, la política en Argentina y en gran parte del mundo, lo que prima es cuán intensas son las minorías de cada espacio político”, expresó.