17 Junio 2025
Son muy bonitos y coloridos los murales pintados en la esquina de 24 de Septiembre y Marco Avellaneda. El problema radica en el pavimento, totalmente destruido en la ochava adyacente a la plazoleta “Enrique Telfener”. Autos, motos, ómnibus y bicicletas son las víctimas de ese archipiélago de cráteres, que desde su aparición hace largo tiempo no paran de crecer.
La cuestión es que los conductores aprietan el acelerador cuando toman Marco Avellaneda en dirección a “la 24”, teniendo en cuenta que es una esquina con giro libre. Al llegar se topan con esos baches enormes y profundos, por lo general disimulados a causa del agua que juntan. Eso los lleva a abrirse para encarar la curva, ya que los cráteres están más cerca del cordón. Y allí se producen los volantazos y las maniobras al límite.
Al ser una zona de tránsito intenso y permanente, la refacción de ese pavimento destrozado debería ser prioritaria. Porque es cierto que los pájaros y las flores de los murales, combinados con el pasto bien cortado de la plazoleta, configuran un lindo paisaje, pero de ningún modo puede perderse el foco de lo fundamental: la calidad de la seguridad vial.
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