Cartas de lectores

Ruta 307

Como usuario de la ruta 307 me siento altamente gratificado con la inauguración a nueva de esta vital vía de comunicación terrestre. Destaco la decisión del Gobernador que, a pesar de la situación económica imperante, reactivó los trabajos que estaban paralizados desde hace varios meses. Este colosal logro jerarquiza a los majestuosos Valles Calchaquíes y a la provincia toda, poniéndose a tono con los distritos vecinos. Sugiero, siempre que sea procedente, que se cobre peaje a los fines de que el Estado recupere la inversión y la vuelque en obras similares en otros puntos de nuestro “Jardín de la República”. Asimismo, acerco ideas de instalar la balanza, para controlar el peso reglamentario que deben observar los transportes pesados, sobre todo por la actividad minera en Catamarca y Salta. Sin lugar a dudas, esta medida contribuirá al mantenimiento de esta verdadera obra de arte, postergada por décadas y hoy hecha realidad.

Juan Bautista Mena

9 de Julio 4.700 – S. M. de Tucumán

Solidaridad con una persona condenada por corrupción

¿Se puede ser solidario con una persona corrupta que ha robado y ha sido condenada? Pregunta compleja que genera diversas opiniones. Por lo cual no hay una respuesta única, ya que la solidaridad puede manifestarse de diferentes maneras y sus límites son interpretados individualmente. Desde una perspectiva ética y moral: muchas personas argumentarían que la corrupción es un acto que daña a la sociedad en su conjunto, especialmente a los más vulnerables. En este sentido, ser solidario con alguien que ha cometido este delito podría interpretarse como una forma de validar o justificar sus acciones, lo cual iría en contra de los principios de justicia y equidad. Desde una perspectiva de derechos humanos y rehabilitación: otras personas podrían argumentar que, una vez que una persona ha sido juzgada y condenada, y está cumpliendo su pena, sigue siendo un ser humano y, como tal, tiene derechos. La solidaridad en este contexto podría manifestarse en el apoyo a su rehabilitación, a asegurar que su dignidad como persona sea respetada en prisión, o a brindarle apoyo para que, una vez libre, pueda reinsertarse en la sociedad y no reincidir. Esto no implica justificar el delito, sino reconocer la humanidad del individuo. Es importante distinguir entre diferentes tipos de solidaridad. No es lo mismo ser solidario con un delincuente en el sentido de “apoyar su impunidad” o “ayudarlo a evadir la justicia”, que ser solidario en el sentido de “no desearle un sufrimiento inhumano” o “desear que se rehabilite”. La primera opción es generalmente inaceptable para la mayoría.

Ricardo Anis

ricardoanis@yahoo.com.ar

El CAC del barrio Victoria

Resido en el barrio Victoria desde hace 30 años. En ese entonces había sobre calle Larrea al 1.500 un edificio que se destacaba por su profundo deterioro, el cual parecía un fenómeno fantasmagórico, muy lejos de ser una institución sanitaria, y era el CAC, donde el silencio era elocuente, los pájaros no cantaban y el humor de nosotros, los residentes, cada día decaía más. Sabíamos que estábamos condenados al peor de los pronósticos, al lado de nuestras angustias, además de nuestros ahorros. Hoy las cosas han cambiado. Estamos protegidos en un establecimiento que nos hace sentir profundamente orgullosos de que nos pertenezca, por su ubicación, su eficiencia y por la calidad humana de sus integrantes. Me estoy refiriendo al CAC de Barrio Victoria, emplazado en calle Juan Larrea al 1500, frente mismo de la plaza Almirante Brown. La necesidad de ser atendidos para nuestras dolencias de pronto se ve resuelta porque cualquiera de las disciplinas que se requieran se resuelven simplemente, concurriendo a este, nuestro CAC. Allí, los profesionales son especialistas en sus respectivas áreas y las atenciones son gratuitas. Los pájaros volvieron a cantar. Sus interminables sinfonías hacen que nuestros ánimos jueguen al compás de sus hermosas melodías, y los residentes... volvimos a sonreír.

Francisco Simeón Aragón

Av. Independencia 1.498 – S. M. de Tucumán

Nuestra universidad pública

La información de lagaceta.com.ar del 4-6-25 sobre la última actualización del Center for World University Ranking (CWUR) dejo un dato preocupante: solo siete universidades públicas argentinas lograron mantenerse entre las 2000 mejores del mundo. La Universidad de Buenos Aires sigue siendo la mejor posicionada del país (409º a nivel global y quinta en América Latina). Tucumán que supo formar parte del ranking, ya no figura en la edición 2025. Que se evalúa en los ranking mundiales de universidades públicas? Se evalúa la calidad de la educación, la empleabilidad de los egresados, la reputación del empleador, la calidad de los profesores, cantidad de egresados de posgrados (doctores, magister) las investigaciones realizadas en la institución, las citas de investigación por los docentes, las publicaciones realizadas (libros y revistas internacionales) la proporción de docentes y estudiantes internacionales, etc. En la Universidad de Tucumán si bien se llevaron a cabo extensas y profundas evaluaciones institucionales donde se determinaron fortalezas y debilidades, la información obtenida en ellas no fue debidamente aprovechada por las distintas gestiones al no haber tenido continuidad el proceso para el cumplimiento de los objetivos y metas propuestas. Tampoco se implementaron sistemas de control de gestión ni evaluaciones permanentes de los estándares de calidad y de rendimiento académico. Las universidades que por años fueron ignoradas en la construcción de las grandes políticas públicas evidencian una pérdida de liderazgo institucional, privando a la sociedad de su valioso aporte. Un país pretendidamente serio y previsible, no puede desconocer sus reales potencialidades y recursos ni ignorar sus necesidades y falencias. Tal desinformación que se suma a las erráticas políticas públicas (económica, educativa, de salud), nos plantea un interrogante: ¿Qué universidad queremos y para qué país la queremos? Requerimos de una universidad convocante de todos los integrantes de su comunidad para que renueven su compromiso con los principios fundacionales y alcancen los objetivos de: 1.- Construir un modelo integrador entre todos y cada una de sus sectores: entre la investigación y la docencia, con el puente de la producción científica, entre la investigación y la extensión con el puente de los servicios comunitarios, entre la extensión y la docencia de grado y posgrado, con el puente de la producción académica. 2.-- Estrechar las relaciones Universidad – Comunidad (Instituciones intermedias, ONG; colegios profesionales, reparticiones públicas y empresas privadas) que permitan conocer sus múltiples necesidades para una política de formación de RRHH que den respuestas adecuadas a las reales problemáticas de la población y que las transferencias con terceros sean nuevas fuentes de financiamiento universitario. 3.- Cumplir con las exigencias de estándares de calidad en el proceso de enseñanza / aprendizaje (mejorar los índices que relaciona ingresantes / egresados, promedios, etc.). 4.- Contar con la posibilidad de publicar, difundir, intercambiar y comercializar revistas y libros editados por la universidad con investigaciones bibliográficas, estudios de campo, tesinas y tesis de postgrados. 5.- Acceder a equipamientos y tecnologías de última generación (banco de datos, IA, bibliotecas virtuales, gabinetes, laboratorios, etc.).

Osvaldo R. Llapur

llapurosvaldo@gmail.com

El bombardeo de plaza de Mayo

El 16 de junio de 1955 a las 12.40 hs se iniciaba el bombardeo a la Plaza de Mayo y sus alrededores, realizado por la aviación naval, provocando la muerte de más de 400 civiles y 2.000 heridos con aviones que decían “Cristo Vence”. A las 6.15 hs. le avisaron al presidente Juan Domingo Perón, y creyendo se encontraba en Casa Rosada, del posible bombardeo, hecho que se concretaría al mediodía. Era un intento de golpe de Estado ideado por el almirante Isaac Rojas y por Pedro E. Aramburu, que luego fue ajusticiado por una facción rebelde en la década del 70. El bombardeo no pudo realizarse temprano por la neblina en la ciudad. Realizado el bombardeo con el luctuoso saldo mencionado, fueron recibidos en Montevideo (Uruguay) con algarabía por Suárez Mason, general de amplia trayectoria en la dictadura cívicomilitar de 1976. En 1983 se dictó la ley 24.411 que en su artículo 2 dice que “deben ser indemnizados todos los familiares fallecidos por crímenes de lesa humanidad desde 1983 hacia atrás sin fijar fecha de culminación”. Los familiares de esa masacre pidieron la indemnización pero les dijeron que no correspondía. Se cumplen 70 años de esa masacre de lesa humanidad en la Plaza de Mayo. ¿Habrá alguien que se acuerde de esa reparación histórica? Yo no recuerdo a nadie. ¿Ud?

César Trejo

lexcesar60@gmail.com

La reforma universitaria

El 15 de junio de 1918 se produjo un acontecimiento que tuvo raigambre institucional y con proyección latinoamericana. En la ciudad de Córdoba se produjo el primer movimiento estudiantil del cual en su extensión y postulado tuvo repercusión en la República del Perú, donde se fundó el Partido del APRA que gobernara durante largo tiempo. Este 15 de junio se conmemora un nuevo aniversario de esta gesta donde luchaba para que se diera a lugar en las altas casas de estudio a los hijos de inmigrantes que quieran una educación para ellos cosa que no lo podían lograr por el impedimento clerical y oscurantista que dominaba. Fueron años de lucha que lograron que aun hoy las actuales generaciones los abuelos y padres cuyos hijos y nietos cursan en las altas casas de estudio fueran hijas y productos de lo arriba señalado. La autonomía, la libertad de cátedra, el cogobierno de docentes graduados y estudiantes. No pierde vigencia el manifiesto liminar redactado por el gran Deodoro Roca. Si bien la Reforma Universitaria no fue idea de la UCR, se dio en el Gobierno de Hipólito Yrigoyen; dudo que se hubiera plasmado de persistir el gobierno oligárquico y conservador. Basta leer el manifiesto liminar de la Reforma para comprender lo que significó cuando en uno de sus párrafos se dirigió a todos los hombres de libertad en la Nación y para los países latinoamericanos. La crisis educativa y el actual Gobierno que niega el financiamiento de la Educación, especialmente de las universidades, se pueden sintetizar con el lema “los dolores que quedan son las libertades que faltan”.

José Luis Avignone

avignonejoseluis@gmail.com

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