
Mañana, cerca de 4.500 personas elegirán al nuevo Cacique o Curaca principal en Amaicha del Valle, en un clima de fuerte tensión política y denuncias cruzadas. El actual cacique, Miguel Flores, impugnó la candidatura de Paul Caillou y, en este marco, una asamblea extraordinaria convocada a horas de los comicios agudizó aún más el conflicto.
En diálogo con LA GACETA, Flores explicó que las elecciones fueron convocadas en tiempo y forma y que la asamblea organizada por Caillou no tiene validez. “Esa asamblea se debe convocar en caso que el gobierno estuviera acéfalo o tuviera una falta grave para su destitución. No se puede convocar un día antes de la elección y decir qué es lo que se pretende, siendo que el gobierno comunitario convocó en tiempo y forma a las elecciones”. En otras líneas, el actual cacique -quien busca la reelección y seguir al frente de la comunidad por cuatro años más- comentó que numerosas personas presentaron notas pidiendo la impugnación de la candidatura de Caillou por cometer faltas graves a la institución desde su rol como delegado comunal. “Desconoce al gobierno comunitario y hace uso y abuso de algunas cosas. Cuando se le comunica su impugnación en una reunión, él decide bajarse y aceptar. Pero ahora está diciendo que va a hacer una asamblea, que se va a presentar y que va a administrar la institución, el territorio o los bienes de nuestra comunidad”, relató Flores.
En comunicados emitidos a través de las redes sociales, el Gobierno comunitario pide a los amaichenses no participar de la Asamblea Extraordinaria e insta a concurrir a la escuela donde se votará mañana desde las 8. En este marco, el cacique Flores hizo un pedido al gobernador Osvaldo Jaldo y al ministro del Interior, Darío Monteros: “Yo lo respeto mucho, pero no estoy de acuerdo con sus acciones. Queremos diálogo y respeto mutuo, y también que el Estado nos acompañe para que mantengamos vivos nuestros usos, costumbres y tradiciones”.
“Un proceso viciado”
Consultado por LA GACETA sobre la Asamblea Extraordinaria que convocó, Paul Caillou comentó que la actual gestión de Gobierno comunitario infringió numerosos puntos que están en la Constitución política y es por esta razón que los comuneros deben determinar los pasos a seguir en la reunión. “Según nuestra Constitución, la asamblea general es la que debe convocar a elecciones y esto no sucedió. Otro punto es que el cacique tiene un mandato de cuatro años y para poder ir a la reelección tiene que estar autorizado por la asamblea, esto tampoco sucedió”, expresó.
En otras líneas, el candidato también manifestó que el actual cacique nombró al Consejo de Ancianos como Junta Electoral, impugnaron su candidatura y mañana serán parte del proceso de elección. “Si vos sos sos parte, no podés ser juez y parte”, reclamó.
Por último, Caillou criticó que la actual conducción de la comunidad indígena pretende formar un gobierno paralelo al que ejerce un delegado comunal. “El cacique tiene la función de velar por el bien de nuestra comunidad y por las tierras escrituradas que son nuestro patrimonio más grande. Luego de eso, también debe encargarse del fomento de actividades culturales, agropecuarias y del culto. No es un gobierno paralelo como ellos quieren establecer”, remarcó. Sobre las elecciones de mañana, el candidato aseguró que no deberían realizarse, tildó al proceso de “viciado” y pidió a los comuneros que asistan a la asamblea para definir cómo seguirá el proceso de elección del nuevo cacique.