El ministro de Economía, Luis Caputo, profundizó hoy en los detalles del nuevo plan del Gobierno que busca dinamizar el uso de dólares no declarados en la economía, un día después de su anuncio oficial. La medida, que permite operar con hasta $50 millones mensuales sin reporte automático a la autoridad fiscal (ARCA, ex AFIP), generó debate, especialmente por el riesgo de facilitar el lavado de dinero.
El funcionario defendió la iniciativa, al argumentar que fortalecerá la actividad de los organismos de control al permitirles enfocarse en delitos más graves.
Los puntos clave del nuevo régimen
-Límite Individual Mensual: personas físicas podrán movilizar hasta $50 millones mensuales sin que ARCA reciba la información.
-Consumo: los dólares pueden utilizarse libremente para compras cotidianas, como en supermercados, sin necesidad de identificación.
-Bienes Registrables (Inmuebles, Autos): la compra de bienes de valor superior a $50 millones requerirá adherirse al nuevo Régimen de Ganancias Simplificado.
-Régimen de Ganancias Simplificado: permite declarar el incremento patrimonial derivado de la compra de bienes registrables, pagando los impuestos correspondientes. ARCA proporcionará una declaración pre-armada que el contribuyente podrá aceptar o rectificar.
-Seguridad Jurídica: el Gobierno enviará un proyecto de ley al Congreso para aumentar el umbral penal-tributario y reducir los años de prescripción, buscando proteger a los usuarios del régimen ante posibles cambios en futuras administraciones.
Los objetivos del Gobierno
Caputo describió el plan como "refundacional", que elimina la "opresión" estatal que incentivaba la informalidad. Según el ministro, el enfoque anterior trataba a todos los ciudadanos como potenciales delincuentes.
El nuevo sistema busca formalizar la economía, simplificar los Controles, devolver la libertad a la gente. “Vamos a ver la reacción de la gente. Con $50 millones, que hagan consumos es un paso importante, abarca a la mayoría de los argentinos, que no van a tener problemas porque ARCA no va a contar con la información. Y en bienes registrables ahí tenés un punto en que algunos pueden preferir mayor seguridad jurídica. Por eso estamos mandando una ley al Congreso, para proteger a la gente de un próximo gobierno que quiera venir a hacer maldades. En el proyecto se sube el umbral del penal-tributario y se reducen los años de prescripción. Entonces, cuando llegue otro gobierno, ya va a haber prescripto”, explicó.
Controversias y críticas
La principal crítica al plan es el riesgo de que facilite el lavado de dinero proveniente de actividades ilícitas. Caputo respondió a estas preocupaciones, argumentando que el nuevo sistema no relaja los controles contra el terrorismo y el narcotráfico, sino que los fortalece.
El ministro se mostró confiado en que esto dará mayor formalidad al sistema y negó que acelere el blanqueo de fondos que provengan de actividades ilegales.
“Esto no relaja ningún control contra el terrorismo, el narcotráfico... Al contrario, si tenés recursos limitados, es mejor antes que investigar a 50 millones de argentinos, que te concentres en los terroristas, los narcotraficantes. Hasta hoy investigaban a todos”, comparó.
“En términos conceptuales no cambia nada (de los Reportes de Operaciones Sospechosas de Lavado de Activos/Financiación del Terrorismo). Vos por ahí tenés un ROS y ni te enteraste, cualquiera tiene, porque los límites eran bajísimos. Entonces, ¿cómo hacía la Unidad de Información Financiera (UIF) para procesar, si les mandaban que todo el mundo era sospechoso? Por eso, desde el punto de vista de la UIF, del GAFI [Grupo de Acción Financiera Internacional], es un paso adelante, es mejor lo que se está haciendo, es más formalidad, por lo tanto les facilita el trabajo“, señaló Caputo y añadió: “Antes la gente ni sabía lo que se reportaba: cuando sacabas plata de un cajero, con los escribanos, en las inmobiliarias, los registros del automotor... Se volvían locos en ARCA con esos datos, no se podían ni procesar”, detalló.
Además, consideró que este nuevo régimen hará que más dinero se vuelque a la economía formal y, por lo tanto, que pueda registrarse para el cobro de las cargas tributarias, mientras que antes se buscaban mecanismos para la evasión.