
Las artes visuales son el espacio de trabajo individual y de lucha colectiva de Romina Rosciano Fantino. Artista, crítica, docente, investigadora y programadora en formación, es una figura activa en el campo artístico tucumano desde hace más de una década. En esta entrevista con LA GACETA, Romina cuenta sus experiencias de educación e intercambio, y transmite un mensaje tranquilizador para quienes aspiran a obtener una beca de estudios. "Lo normal es postularte y no quedar", refiere.
Licenciada en Artes Plásticas por la Universidad Nacional de Tucumán (UNT), y estudiante de doctorado en Filosofía y Letras por la Universidad de Buenos Aires, Romina combina su práctica artística con una militancia sostenida por convicciones profundas. Fue becaria del Fondo Nacional de las Artes, del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), del Ente Cultural, y, en los últimos años, obtuvo la Beca Fulbright-CFI y de CONICET. En el presente, se desempeña como profesora adjunta en la Universidad de San Pablo-T y trabaja en el desarrollo de herramientas tecnológicas con impacto cultural en la startup estadounidense Neftwerk.
Su vocación incluye un compromiso por la jerarquización de la creatividad y la cultura. “La Facultad de Artes siempre fue una de las más postergadas dentro de la UNT. No hay representación en cargos importantes: se la asocia a lo decorativo y a la muestra de fin de año. Como si hacer una muestra fuera colgar ‘cositas’ que hiciste en tu tiempo libre. Y no. Hay estudio, conocimiento, pensamiento y trabajo en lo que hacemos”, afirma durante el diálogo con este medio.
Militancia artística
Con 38 años, Romina dice haber atravesado muchas de las dificultades que enfrentan los que quieren dedicarse al arte: desde la precarización laboral hasta el desconocimiento sobre cómo hacer circular una obra. Por eso, desde sus inicios apostó a la organización colectiva: fundó y cofundó espacios como JEIA (Jornadas Estudiantiles de Investigación en Artes), CEPAC (Centro de Estudios y Prácticas Artísticas Contemporáneas) y TAViT (Trabajadores del Arte Visual de Tucumán).
Hoy preside TAViT, una organización civil creada en 2020 que busca mejorar las condiciones del trabajo artístico en Tucumán. “Cuando una se presenta sola, es una ‘tallerista más’. Pero cuando vas con una asociación civil o colectivo, te escuchan distinto. No porque tus ideas cambien, sino porque tenés representatividad. Y eso abre puertas”, dice.
Uno de los desafíos actuales del colectivo es reformar su estatuto para incluir a estudiantes avanzados con una cuota simbólica. “Queremos que se sumen quienes están pensando cómo vivir del arte. Porque sabemos lo que les espera, y sabemos que solos es mucho más difícil”, señala.
También planean colaborar de manera externa en una nueva edición de las JEIA en octubre, que ahora se rebautizaron como "Jornadas para Estudiantes e Investigadores de las Artes". Mientras tanto, Romina sigue creando, investigando, enseñando y tejiendo redes.
Los consejos de Romina para jóvenes artistas
Con la claridad que da la experiencia, Romina comparte algunos consejos para quienes están dando sus primeros pasos en el mundo del arte:
1. Abrí tu perspectiva
“Lo primero es abrir la perspectiva de las posibilidades que hay. Pensar en becas en Europa, Estados Unidos, China, pero también mirar Latinoamérica. Hay programas en México, Brasil, Perú y Bolivia que muchas veces no se conocen”, subraya Romina.
2. Aprendé idiomas
“Inglés es clave. Hoy hasta estudiaría chino, porque China está creciendo muchísimo y abre un mercado nuevo. Tenés que pensar qué te va a servir para comunicarte y para acceder a las oportunidades”, expresa.
3. Prepararte lleva tiempo y se hace mejor en compañía
“Aplicar a becas, a residencias y a programas exige preparación. No es algo que se hace de un día para el otro. Y si lo hacés solo, se vuelve mucho más difícil. Por eso es importante contar con redes, con espacios que te acompañen y que te conecten con alguien que ya pasó por eso”, suma.
4. Rodeate de quienes te orienten
“Desde TAViT queremos armar un programa de mentorías. Que quienes ya se postularon, expusieron o viajaron puedan apadrinar a quienes recién empiezan. A veces lo que más necesitás es que alguien te diga ‘esto que estás sintiendo es normal, no te frustres’”, agrega.
5. No te desesperes si no quedás
“Lo más normal es postularse y no quedar. Hay que aprender a gestionar la frustración. Te postulás diez veces, quedás en una. Y a veces, ni eso. No es un fracaso, es parte del camino. El problema es que eso no se habla. No hay espacios en la Facultad para compartirlo. Y muchos piensan que les pasa solo a ellos”, manifiesta.
6. Compartí el proceso, no sólo los logros
“Sólo se cuenta cuando se queda seleccionado, pero no cuando se recibió un rechazo. Y es en ese silencio donde aparecen la soledad y la inseguridad. Por eso hay que generar comunidad, espacios donde se pueda hablar también de lo que no salió como esperabas”, aconseja.
Tecnología, "blockchain" y acceso cultural
El trabajo más reciente de Romina tiene una proyección global. Se trata de My Pocket Gallery, una aplicación dirigida a galerías de arte. La plataforma incluye un sistema de blockchain para adquirir obras físicas o digitales con garantía de seguridad y trazabilidad.
“My Pocket Gallery es el primer producto que estamos desarrollando con la startup. Ya contamos con el apoyo de más de muchas galerías del mundo y lanzaremos el prototipo este año”, explica. El objetivo es derribar las barreras de acceso al arte y acercar la cultura a cualquier persona con conexión a internet. “El arte no puede ser sólo para unos pocos. La tecnología nos da herramientas para abrirlo, compartirlo y cuidarlo”, reflexiona.