Durante su primera homilía como sumo pontífice, León XIV rindió homenaje a su predecesor, el papa Francisco, en un gesto que emocionó a la multitud presente en la Plaza de San Pedro. “La muerte del papa Francisco ha llenado de tristeza nuestros corazones”, dijo apenas comenzada la ceremonia, lo que despertó un prolongado aplauso entre fieles, clérigos y líderes internacionales.
León XIV, primer papa estadounidense y con raíces peruanas, hizo referencia al momento de vacío que se vivió tras el fallecimiento de Francisco, ocurrido en abril: “En esas horas difíciles fuimos como esas multitudes que el Evangelio describe como ovejas que no tienen pastor”. Recordó que fue en Pascua cuando el mundo recibió la última bendición de Francisco, y sostuvo que, gracias a la luz de la resurrección, pudo afrontarse ese momento con esperanza: “El Señor nunca abandona a su pueblo, lo reúne cuando está disperso y lo cuida como un pastor a su rebaño”, agregó.
La misa de inicio del pontificado, celebrada este domingo 18 de mayo, incluyó lecturas que subrayan la figura de Pedro como “Príncipe de los Apóstoles” y su papel fundamental en la fundación de la Iglesia. La primera lectura, en español, fue un pasaje del libro de los Hechos, mientras que la segunda, en inglés, se extrajo de la primera carta de Pedro. El Evangelio fue proclamado en latín.
Ambos textos reforzaron el simbolismo de continuidad entre Pedro y León XIV, y destacaron la dimensión universal del ministerio petrino que ahora recae sobre el nuevo papa.