En un gesto de significativa devoción y continuidad con sus raíces, el papa León XIV realizó el sábado su primera salida fuera de Roma desde su elección. El pontífice visitó el santuario de Nuestra Señora del Buen Consejo en Genazzano, un lugar de profunda importancia para la Orden de San Agustín a la que pertenece.
A tan solo dos días de su elección como pontífice, León XIV, cuyo nombre real es Robert Prevost, viajó unos 50 kilómetros al sureste de la capital italiana para rendir homenaje en este santuario agustino.
Su visita no fue una sorpresa para quienes conocen su trayectoria, ya que, según fuentes cercanas, Prevost ha peregrinado a este lugar en cada hito importante de su vida eclesiástica: desde su nombramiento como prior general de los agustinos, pasando por su consagración como obispo y su elevación al cardenalato, hasta ahora, como Papa.
Las cámaras de la cadena italiana TV2000 capturaron al pontífice al descender de un vehículo negro en el asiento del copiloto, para luego ingresar a la basílica. Una multitud de fieles se había congregado en la pequeña plaza frente al santuario, donde el Papa los saludó con calidez y cercanía.
Las prioridades papales
La visita a Genazzano siguió a la primera audiencia formal del Papa León XIV, donde delineó su visión para el papado. En un discurso que reflejó tanto su propia perspectiva como la del Papa Francisco, León XIV identificó la inteligencia artificial como uno de los desafíos más urgentes que enfrenta la humanidad, prometiendo abordar sus implicaciones éticas y sociales.
Haciendo referencia en repetidas ocasiones al Papa Francisco y a su declaración de misión de 2013, León XIV subrayó su compromiso con una Iglesia más inclusiva y atenta a las necesidades de los "menos favorecidos y rechazados".
Además, León XIV, el primer Papa estadounidense, reafirmó a los cardenales que lo eligieron su compromiso total con las reformas del Concilio Vaticano II, el conjunto de encuentros modernizadores que transformaron la Iglesia en la década de 1960. Al destacar la inteligencia artificial como un problema central, argumentó que plantea serias amenazas a la dignidad humana, la justicia y el futuro del trabajo.