En semana volátil para el dólar, suben las reservas

En semana volátil para el dólar, suben las reservas

La divisa estadounidense se mantuvo por debajo de los $ 1.200, mientras el Gobierno insiste en llevarla hacia la banda inferior.

CORTARON UNA RACHA. Las reservas internacionales del Banco Central rebotaron tras siete caídas.

Terminó una semana de volatilidad cambiaria, en la que el dólar oficial minorista cerró a $ 1.166,96 para la venta y $1.120,38 para la compra en el promedio de entidades que informa el Banco Central. En el Banco Nación, la cotización fue algo más baja: $ 1.150 para la venta y $ 1.100 para la compra. En el segmento mayorista, el dólar avanzó $ 22 y cerró a $1.136, aunque en el balance semanal registró una caída de 2,9%.

En cuanto a los tipos de cambio financieros, el dólar MEP se ubicó en $1.149,56, mientras que el Contado con Liquidación (CCL) operó a $1.162,54. Ambos se mantuvieron apenas por encima del dólar mayorista. Por su parte, el dólar tarjeta o turista, que incluye los recargos impositivos, alcanzó los $1.495.

El dólar blue también cerró en alza y se vendió a $1.175, aunque sin superar el umbral de los $1.200. Con este nivel, la brecha con el tipo de cambio oficial mayorista se redujo al 3,4%, una de las más bajas en semanas.

A pesar de que el Banco Central no intervino en el mercado de cambios, las reservas internacionales brutas lograron revertir una racha negativa de siete jornadas y cerraron en U$S 38.155 millones, gracias a la suba en cotizaciones del oro y monedas extranjeras, además de un ingreso de divisas del exterior. Sin embargo, en el acumulado semanal se contrajeron en U$S 805 millones.

El gobierno dejó atrás el crawl al 1% mensual, pero no su objetivo de continuar con el proceso “desinflacionario”. Esto puede provocar fricciones con el objetivo de acumular reservas, advierte un informe del Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (Ieral) dependiente de la Fundación Mediterránea. “Es lógico que inicialmente se busque el menor traslado a precios posible del nuevo régimen cambiario ya que el programa se hace más consistente si la inflación punta a punta de 2025 es inferior al 30%”, indica el reporte al que accedió LA GACETA. Sin embargo, es crucial acumular reservas y si se pretende hacerlo comprando sólo en el piso de la banda se requiere una sustancial mejora en los niveles de competitividad de las actividades que producen bienes exportables y/o compiten con importados y de una confianza en la rentabilidad de las operaciones de “carry trade” propia de mercados financieros con moderada volatilidad.

Precio de equilibrio

La trayectoria de la inflación es clave por el tipo de cambio real “de equilibrio” y las reservas lo son por el lado del riesgo país y de la credibilidad sobre la capacidad de intervención en el techo de la banda, lo cual influye sobre expectativas para el tipo de cambio nominal de aquí hasta fines de año, indica el economista Jorge Vasconcelos.

Según el experto de la Fundación Mediterránea, reponer reservas importa para:

• No sufrir apremios ante vencimientos de deuda y poder elegir el momento para colocar nuevos bonos en el mercado internacional con rendimientos de un dígito.

• Mantener una masa crítica de divisas para disuadir a la demanda de dólares en los momentos en los que, eventualmente, el tipo de cambio se instale en el techo de la banda.

• En una economía bimonetaria como la de la Argentina, robustecer la demanda de pesos requiere de reservas suficientes en el Banco Central; y la demanda de pesos es una variable clave en el escenario bosquejado en el programa acordado con el FMI.

“Dada la importancia de estos vectores, habrá que seguir de cerca las señales de política para detectar en qué momento pasará a ser prioridad la acumulación de reservas con compras del Central en el mercado de cambios”, indica Vasconcelos.

Tras el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), las reservas netas (aquellas que constituyen el verdadero poder de fuego del Banco Central) salieron del terreno negativo y cerraron abril en torno a los U$S 5.500 millones, indica un diagnóstico de Cohen Aliados Financieros. Sin embargo, para el cumplimiento de la meta con el propio Fondo se utiliza una metodología que excluye los desembolsos del organismo y valúa el oro y otros activos del Banco Central a precios de enero de este año. “Bajo ese criterio, las reservas netas aún se mantienen negativas en aproximadamente U$S 7.200 millones”, puntualiza el reporte.

El interrogante del mercado es cómo se logrará acumular cerca de U$S 9.000 millones adicionales hacia fin de año para alcanzar el objetivo acordado con el Fondo.

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