Sin intervención del Banco Central en el mercado oficial de cambios por octava jornada consecutiva, las reservas brutas aumentaron ayer en U$S 89 millones hasta los U$S 39.165 millones, en buena medida por la apreciación del oro.
Las reservas acumularon en la semana un incremento de U$S 553 millones, de la mano de una suba en las cotizaciones de los activos que forman parte de las reservas, y de un incremento en los depósitos privados en dólares.
El dólar oficial operó a $ 1.193,62 para la venta en el promedio de las entidades financieras que publica el Banco Central (BCRA). En tanto, en el Banco Nación el billete cotizó a $ 1.190 para la venta.
En el segmento mayorista, cerró en $1.169,50, lo cual significó una baja de $4,50 con respecto al jueves. En la semana, la cotización aumentó $34,50, acumulando así un incremento de $91,50 (+8,5%) desde la flexibilización del cepo.
Los contratos de dólar futuro operaron en bajas. El mercado proyecta un dólar a $1.225 para fines de junio, lo cual implicaría un alza del 4,7% desde la semana que viene. Para el segundo semestre, la variación mensual esperada para el oficial es del 2,4%, en promedio. La divisa superaría los $ 1.400 recién en diciembre, de acuerdo con los precios pactados.
El dólar “blue” bajó a $ 1.210, por lo cual la brecha se ubicó en el 3,5%. El MEP cede a $1.180,41, por lo que la brecha con el oficial es de 0,9%. El Contado con Liquidación (CCL) opera a $1.193,56 y el spread con el oficial se posiciona en 2,1%.
Lejos de despertar preocupaciones, los operadores parecerían más inclinados por aprovechar el reacomodamiento reciente -hacia la zona de los $ 1.200- del dólar oficial y de los financieros para reforzar sus apuestas en colocaciones en pesos, indica el economista Gustavo Ber. “Más allá del posible aumento de la demanda de importadores durante algunas ruedas, a corto plazo debería imponerse una mayor oferta desde el campo así como de inversores locales y externos -con crecientes recomendaciones de importantes bancos internacionales- más orientados a apuestas de carry trade, buscando en especial exposición en títulos más largos en el actual contexto económico-financiero, puntualiza el analista.
Divisas
El Gobierno aspira a mejorar las reservas del Banco Central con el ingreso de divisas a través de las liquidaciones de los agroexportadores. Los hombres del campo, a su vez, reclaman a la Casa Rosada que elimine gradualmente las retenciones.
En este contexto, el sector agropecuario podría generar exportaciones adicionales por más de U$S 17.000 millones en 10 años, según un estudio de la Bolsa de Comercio de Rosario. Este monto es “un valor comparable al que actualmente genera todo el complejo soja”, se expresó en el trabajo de AGMEMOD (sigla de Agricultural Member State Modelling), presentado en la Bolsa de Comercio de Rosario.
La magnitud de este impacto proyectado indica que, de concretarse ciertas condiciones, el agro argentino posee la capacidad de sumar un “segundo complejo exportador” con potencial para dinamizar la economía nacional. Este salto productivo y exportador se alcanzaría bajo un conjunto específico de supuestos, incluyendo transformaciones clave en el sector.