
En el deporte, es habitual usar la frase “dos partidos en uno”, para graficar que el trámite de un encuentro cambió radicalmente en algún punto. Eso fue, precisamente, lo que pasó en el Club Atlético San Isidro. Al cabo de la primera mitad, Tarucas vencía 14-12 a Pampas, con muchos puntos positivos. Pero en la segunda mitad, tiró todo lo bueno que había hecho por la borda, fue superado claramente y cayó 32-17, para sumar su quinta derrota en el Súper Rugby Américas.
En el primer tiempo, fue el equipo de Álvaro Galindo el que impuso condiciones. Incómodo, Pampas, que venía de perder el invicto ante Dogos y como local, debió defender los primeros minutos en su campo, y aunque logró evitar un try de la franquicia del NOA, un penal de Nicolás Roger puso 3-0 arriba a Tarucas.
Con intensidad y buen juego de manos, el equipo con sede en Tucumán complicó a un Pampas que se mostró algo inconexo y, sobre todo, muy indisciplinado. Y pese a eso, pasó al frente gracias a un try de Nicolás D‘Amorim, tras un empuje arrasador del maul.
Lejos de desesperarse, Tarucas mantuvo la calma, sabiendo que estaba haciendo bien las cosas y que el try rival había tenido mucho de mérito propio (el line surgió de un 50-22). Sobre todo, en la cuestión disciplinaria: en todo el primer tiempo, concedió apenas un penal. Eso, y un gran nivel en el scrum, fueron las claves para llevar las riendas del partido.
¿Lo negativo? La falta de contundencia. Algunas malas decisiones, y otras imprecisiones, atentaron contra un ataque incisivo y dinámico. Pero tras un nuevo penal de Roger que achicó la brecha a un punto, llegó el try: Simón Benítez Cruz recuperó una pelota en ataque, tras una pesca previa de Pampas, filtró un rastrón y Alfonso Latorre no pudo capturar la pelota cuando se arrojaba al piso a defenderla. Eso lo aprovechó Santiago Aguilar, que solamente debió tomar el balón y apoyar, para el 11-7 parcial.
Todo lo oportunista que no fue Tarucas, lo fue Pampas. La indisciplina lo llevó a jugar, por momentos, con dos hombres menos, pero la franquicia bonaerense, tras recuperar a uno de sus jugadores, se las arregló para pasar al frente con un try de Jerónimo Solveyra. Un penal de Roger ya sobre la chicharra, bajo los palos, le permitió a los dirigidos por Galindo irse al descanso 14-12 arriba.
La ilusión de un segundo tiempo con la misma tónica se desvaneció rápidamente, aún cuando, de arranque, Roger estiró la ventaja con un penal. En cuestión de minutos, Tarucas cometió una gran cantidad de penales, y Pampas no perdonó: con dos penales de Estanislao Renthel, su apertura, pasó al frente. Más metido en partido, y con un Tarucas que empezó a perder en el scrum y cada vez progresó menos en ataque, Pampas olió sangre y lo aprovechó. A los 15‘, volvió a llegar al try por la vía del maul, esta vez a través de Juan Penoucos. La defensa ante el maul rival fue algo que Tarucas sufrió ante Peñarol en el último partido, y que volvió a padecer hoy. Encima, la indisciplina se agudizó, y vieron la amarilla Agustín Sarelli y Julián Martín; este último, tras un tercer scrum al hilo ganado por Pampas a metros del ingoal de Tarucas, que le permitió a la franquicia bonaerense sumar a través de un try penal.
En poco más de 10 minutos, Tarucas pasó de estar un punto abajo a perder por 15, y ya afrontar los últimos minutos sabiendo que una remontada era prácticamente imposible. Pese a todo, y ya con los ánimos visiblemente bajos, el equipo de Galindo logró defender situaciones extremas en un par de oportunidades, y sobre la hora, consiguió un try de la mano de Stefano Ferro, que voló bajo los palos tras una buena secuencia en ataque. Una anotación que parecía servir para decorar el resultado; pero en la jugada siguiente, Pampas volvió a llegar al try, de la mano de Latorre, ante una desarmada defensa de Tarucas, para el 39-22 final.
Duro arranque de segunda rueda para Tarucas, que volvió a sufrir la falta de constancia, algo que pagó en todo el torneo. Lo hecho en el primer tiempo, con dominio en las formaciones fijas y mucha disciplina, debe marcarle el camino. Al equipo de Galindo le quedan solamente cinco partidos por delante, y la chance de meterse en semifinales parece escapársele. Ya no hay margen de error para un equipo que mostró detalles interesante a lo largo del torneo, pero que nunca pudo encontrar la manera de mantener un alto rendimiento de manera sostenida. Y ese será el principal desafío que tendrá Tarucas para lo que queda.