Paul Lutus nunca pisó una universidad, pero su talento lo llevó de las calles de San Francisco a la NASA y, más tarde, a firmar un contrato millonario con Apple. Desde una cabaña sin electricidad, creó uno de los primeros procesadores de texto de la compañía cofundada por Steve Jobs, lo que marcó un antes y un después en la historia del software. Su vida, reconstruida por el sitio Interesting Engineering, muestra que hay caminos alternativos hacia la innovación.
Sin estudios formales, con una infancia difícil y una juventud nómade, Lutus se convirtió en un personaje legendario del mundo tech. Su trayectoria demuestra que no hace falta estar dentro del sistema para transformarlo desde sus bordes más inesperados.
Un autodidacta rebelde que cruzó el espacio y la tecnología
Lutus nació en Cambridge, Massachusetts, en 1945. Según cuenta en su propio sitio web "arachnoid.com", abandonó la escuela en séptimo grado, convencido de que podía aprender más por su cuenta. Desde joven empezó a experimentar con microscopios y radios viejas, y desarrolló habilidades técnicas sin la ayuda de profesores ni aulas.
De acuerdo con El Confidencial, a los 17 años fue expulsado de su casa y vivió como vagabundo en San Francisco durante varios años. En ese contexto, se ganó el apodo de "electricista callejero", ya que reparaba radios y televisores por unas monedas. Ese ingenio fue su carta de presentación cuando, en 1973, la NASA lo contrató para trabajar en el diseño del sistema de luces del transbordador espacial, a pesar de no tener siquiera un título secundario. También contribuyó con un modelo matemático del sistema solar usado en la misión Viking, según detalla Interesting Engineering.
Una cabaña, un cable y un proyecto ambicioso
Tras su paso por la NASA, Lutus buscó alejarse del ruido urbano. Se mudó a una cabaña en los bosques de Oregón sin electricidad ni servicios básicos. Cocinaba con fuego, usaba lámparas de querosén y pasaba sus días estudiando, escribiendo y programando. Decidido a comprar un Apple II —la computadora revolucionaria que Apple lanzaba por entonces— invirtió todos sus ahorros. Luego convenció a la compañía eléctrica de instalar un cable de más de 350 metros hasta su refugio.
Allí desarrolló Apple World, un software de diseño en 3D para casas. Según Applesfera, vendió ese primer programa por U$S 33.000, una cifra considerable aunque no tan rentable como imaginaba. Aun así, la experiencia lo conectó con Apple y le permitió avanzar hacia un proyecto aún más ambicioso.
Apple Writer: un programa que hizo historia
Mientras escribía un artículo sobre la teoría de la relatividad, Lutus sintió la necesidad de organizar sus notas. Como no encontró un procesador de texto que le resultara útil, decidió crear el suyo. Así nació Apple Writer, que, de acuerdo con su sitio personal, fue desarrollado completamente en solitario.
El programa se convirtió en un éxito inesperado. Apple decidió comprarlo por U$S 7.500 y le ofreció a Lutus un contrato con regalías del 25%, según El Confidencial. A lo largo de los años, ese acuerdo le generó más de 15 millones de dólares, convirtiéndolo en uno de los desarrolladores independientes más exitosos de su época.
Aunque Apple le ofreció integrarse a su equipo, Lutus rechazó la propuesta. Tal y como detalló Applesfera, nunca quiso trabajar dentro de grandes corporaciones. Prefería mantener su independencia, seguir viviendo en su cabaña y trabajar bajo sus propios términos.
Hoy, con casi 80 años, Lutus continúa activo. Publica artículos técnicos, desarrolla software de código abierto y mantiene un canal de YouTube donde comparte ideas sobre ciencia, programación y filosofía.