Comenzó el velorio privado del papa Francisco, donde sus restos son custodiados por guardias suizos y hay un acceso restringido. El cuerpo del jefe de la Iglesia católica permanece en la Casa Santa Marta. En tanto que mañana será trasladado a la basílica de San Pedro y el funeral será el sábado.
Dos guardias suizos velan día y noche el féretro del papa Francisco en la capilla de su residencia privada. A su lado, hay un cirio encendido a sus pies, pocas flores y algunas personas que rezan por él, únicamente clérigos, monjas o empleados vaticanos, todos sumidos en un clima de profundo respeto.
El féretro es de madera, simple
En la que fue su residencia durante sus más de 12 años de reinado, la Casa Santa Marta, es un sencillo y más animado edificio dentro del Estado vaticano, junto al ábside (parte abovedada) de la basílica. El féretro es de madera, simple. Fue instalado en su capilla privada, situada en la planta baja, tal y como él mismo quiso simplificar las que serían sus exequias.
El cuerpo del pontífice será trasladado mañana a la basílica de San Pedro para su exposición ante los fieles. Mientras tanto, su capilla ardiente transcurre de forma privada, reservada únicamente a miembros de la Curia, religiosas o empleados de la Santa Sede que deben mostrar su acreditación antes de cruzar las murallas del hermético Estado papal, en el centro de Roma.
Quienes quieran despedir al pontífice deben guardar bajo este tórrido sol de abril a que un gendarme les permita acceder a Santa Marta, protegido por un severo protocolo de seguridad. Luego desfilan por los pasillos de su planta baja, entre santos, vírgenes y algunas plantas, hasta llegar a la capilla, a la que se entra en grupos pequeños.
Varios agentes de la policía vaticana y de la Guardia Suiza vestidos de civiles controlan que nadie se salga de la línea: la seña es de máximo respeto y decoro. Además, por cuestiones de seguridad ya que a la residencia de ya han comenzado a llegar las primeras autoridades eclesiásticas, varios purpurados y también políticos, como el presidente de Italia, Sergio Mattarella.
Cómo es el velatorio
El edificio donde está la capilla es una pequeña sala con techo en forma triangular, como una cabaña de cemento, apoyada en una fila de cuatro columnas y en el que, por un lado, se cuela la luz natural, con una estrecha galería de cristales que dan a las murallas leoninas.
El cuerpo de Francisco reposa en el ábside de la capilla, bajo un crucifijo de madera y una inscripción en letras doradas que recorre el techo triangular: ‘Veni sancte Spiritus reple tuorum corda fidelium’, una oración: ‘Ven Espíritu Santo y llena el corazón de tus fieles’.
En la caja, forrada en tela roja, el papa aparece ataviado con paramentos púrpura, signo de máxima distinción y dignidad, con una mitra blanca de obispo en la cabeza y un rosario entre las manos.