22 Abril 2025
La Santa Sede confirmó este martes que el féretro del papa Francisco será trasladado mañana, miércoles 23 de abril, a las 9 de hora de Roma (las 4 en Argentina), desde la capilla de la residencia de Santa Marta hasta la Basílica Papal de San Pedro. La ceremonia de despedida culminará el próximo sábado 26 de abril con la misa funeral, que se celebrará a las 10.00 horas y será presidida por el cardenal Giovanni Battista Re.
El traslado se llevará a cabo de acuerdo con lo establecido en el Ordo Exsequiarum Romani Pontificis, el rito oficial para los funerales de los papas. Previo al inicio de la procesión, se realizará un momento de oración encabezado por el cardenal Kevin Joseph Farrell, Camarlengo de la Santa Iglesia Romana.
La procesión partirá desde la capilla privada del Vaticano, recorrerá la Plaza Santa Marta y la Plaza de los Protomártires Romanos. Desde el Arco de las Campanas, el cortejo se dirigirá a la Plaza de San Pedro y accederá a la Basílica por la puerta central. En el interior, ante el Altar de la Confesión, el cardenal Farrell presidirá la Liturgia de la Palabra. Al finalizar, se abrirá el templo para que los fieles puedan acercarse a rendirle el último homenaje.
El acto contará con la participación de toda la jerarquía eclesiástica vaticana. Los patriarcas y cardenales, ataviados con sus hábitos corales, se reunirán a las 8.45 horas en la capilla de la residencia de Santa Marta. Por su parte, arzobispos, obispos, canónigos del capítulo vaticano, penitenciarías menores ordinarias y miembros del Coro Pontificio se concentrarán a las 8.30 en la Plaza Santa Marta, todos vestidos con el hábito coral correspondiente, conforme a lo estipulado por el Motu Proprio Pontificalis Domus.
El Papa pidió ser enterrado en una tumba sencilla
El papa Francisco declaró en su testamento final que deseaba ser enterrado en una tumba sencilla en la Basílica de Santa María la Mayor de Roma.
“La tumba debe ser en la tierra; sencilla, sin decoración particular y con la única inscripción: Franciscus”, declaró el pontífice en su testamento publicado por el Vaticano.
“Deseo que mi último viaje terrenal concluya precisamente en este antiguo santuario mariano, donde rezaba al principio y al final de cada Viaje Apostólico para encomendar con confianza mis intenciones a la Inmaculada Madre y agradecerle su dócil y maternal cuidado”, declaró.
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